La competitividad del país está en juego ante el retraso de la puesta en marcha del ducto marino Sur de Texas-Tuxpan, advirtieron los líderes empresariales de la Concanaco-Servytur y Coparmex, no solo por las implicaciones en las necesidades directas del energético para la operación, sino por su incidencia en los costos de la electricidad.
"La puesta en marcha del gasoducto permitiría resolver el abastecimiento de gas natural para todo el sureste. No es la solución en el largo plazo, pero en el corto plazo resolvería el abastecimiento y eso incidiría en las tarifas eléctricas", dijo José Manuel López, presidente de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).
El líder empresarial señaló que hoy se está utilizando combustóleo para generar energía eléctrica, que además de ser más costoso, es más contaminante y aunque hay más de una veintena de proyectos de energía alternativa autorizados en la Península de Yucatán para la generación de energía, únicamente dos están concluidos.
López destacó que en la Península de Yucatán se pagan las tarifas más caras de energía eléctrica por el costo de transmisión desde Chiapas de una buena parte de la electricidad que abastece a la región.
Si bien las empresas asociadas a la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), no han registrado paros técnicos por desabasto de gas natural, "sabemos que se ha pedido reducir el 30 por ciento de este energético a las industrias. Dicha medida afectará en mayor medida a la zona sureste de México", dijo el presidente del organismo, Gustavo de Hoyos.
Arbitraje sale acaro a todos
La decisión de la Comisión Federal de Electricidad de iniciar un arbitraje internacional para modificar los contratos de la construcción de gasoductos, no trae nada bueno para nadie, ni para la propia CFE, a la que puede generarle gastos extras y podría perder el proceso. Tampoco ayudan al clima de negocios ya que inhibe la inversión, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.