El Inegi aumentará el peso de los alimentos y bebidas no alcohólicas en su medición de inflación a casi un cuarto del consumo el próximo año, en un esfuerzo por mejorar sus reportes sobre los costos de vida.
Las ponderaciones de los servicios de salud, comunicaciones, mantenimiento automotriz y agua embotellada también aumentarán, mientras que los de educación y electricidad disminuirán, dijo Arturo Blancas, director general de Estadísticas Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La ponderación de los alimentos y bebidas no alcohólicas crecerán alrededor de 23.5 por ciento en el índice de inflación desde un 18.72 por ciento actual, dijo Blancas. El peso del gasto en salud aumentará a alrededor del 3.01 por ciento desde un 2.18 por ciento, y el servicio de comunicaciones al 4.12 por ciento desde un 3.99 por ciento, debido al creciente uso de dispositivos móviles.
En tanto que la ponderación del gasto en educación caerá al 3.72 por ciento desde un 5.11 por ciento, detalló.
Además, la encuesta para medir la inflación se realizará en 55 ciudades desde las 46 donde se elabora actualmente y el número de productos consultados pasará de 283 a 305, añadió.
El instituto está trabajando en mejorar la medición e incorporación del gasto y consumo rural en su índice, con cambios que incluyen un aumento en el número de productos y de ciudades, dijo Blancas.
El cambio de año base se aplicará en la segunda mitad del próximo año y se desconoce si los cambios conducirían a un dato mayor o menor de inflación anual, detalló.
"Estamos actualizando el índice, haciendo mediciones más precisas", dijo Blancas en entrevista en Guadalajara, Jalisco. "No es que nuestras mediciones de inflación hayan sido malas, pero las cosas siempre se pueden mejorar".
El funcionario añadió que están trabajando en regularizar la frecuencia de actualizaciones de su canasta básica con base en las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y los planes para ajustar las ponderaciones cada cinco años.
Los cambios llegan en el momento en que la tasa de inflación anual ha caído a mínimos históricos, o al menos, desde 1970, año desde el que tiene registro el Inegi.