El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), que lo integran el Banco de México, la Secretaría de Hacienda y otras autoridades, advirtió que la debilidad en los componentes de la demanda podría incrementar los riesgos de crédito en el sistema financiero.
En su trigésima octava sesión ordinaria, el Consejo destacó que si bien se ha aminorado la incertidumbre global y local en temas comerciales con Estados Unidos, existe el riesgo de que la debilidad económica del país influya en la capacidad de pago de los agentes económicos.
"Persiste el riesgo de que subsista la debilidad de los componentes de la demanda agregada, lo cual, podría incrementar a su vez los riesgos de crédito en el sistema financiero", indicó el Consejo.
La demanda agregada está compuesta por el consumo privado, la inversión, el gasto público y las exportaciones.
Mario Campa, cofundador de la firma de consultoría Latam PM, destacó que por ahora el nivel de morosidad en el sistema bancario es bajo, y la reducción de las tasas de interés sirve de apoyo para que tanto empresas como individuos paguen menos intereses de los compromisos adquiridos.
"La cartera vencida del sistema financiero mexicano es aún muy baja. El estancamiento económico tendría que prolongarse todo el año para que hubiera un crecimiento considerable en impagos", señaló.
Agregó que hasta el momento se ha reducido en 100 puntos bases la tasa de referencia de Banco de México, lo cual ayuda por menor pago de intereses para empresas e individuos. "Eso ayudará el consumo e inversión en el margen, y las presiones sistémicas se relajarán", dijo el economista.
Por otra parte, el Consejo señaló que las autoridades financieras mexicanas están reforzando las características de los escenarios de estrés para evaluar la resiliencia de las instituciones y se mantienen alerta para, en caso necesario, tomar medidas que coadyuven a fortalecer al sistema financiero y salvaguarden su estabilidad.
En este sentido, comentó que es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido que continúe preservando la estabilidad de precios, la disciplina fiscal y la estabilidad financiera.
Si bien indicó que ha habido noticias positivas en relación a los acuerdos comerciales de Estados Unidos, tanto con China como con México, no pueden descartarse nuevos episodios de incertidumbre.
"Esta incertidumbre en las negociaciones comerciales y las tensiones sociales y políticas registradas en diversas regiones del mundo, podrían generar episodios de volatilidad en los mercados financieros globales, así como una recomposición de flujos hacia activos de menor riesgo", advirtió.
El CESF reafirmó que la banca mexicana ha mantenido niveles de capitalización y liquidez adecuados para hacer frente a episodios de estrés, mientras que los riesgos en que incurren el resto de los intermediarios financieros no se consideran como una amenaza a la estabilidad del sistema.
Moody’s también lo advierte
En un documento reciente, la calificadora Moody's advirtió que ante un mayor debilitamiento de las perspectivas económicas para 2020, esto frenaría el crecimiento de las empresas y provocará un aumento en los niveles de impagos.
"La calidad de los activos de la banca en México es sólida, con un índice de morosidad ubicado en sus mínimos en los últimos 13 años; sin embargo, la desaceleración del crecimiento global y regional, así como la incertidumbre política representan riesgos", advirtió.
Señaló que los posibles riesgos de deterioro para los bancos latinoamericanos vienen de choques externos que pueden afectar las condiciones operativas, y de tensiones sociopolíticas y cambios de políticas que afecten la confianza.
"La desaceleración del crecimiento global y regional y la incertidumbre política presentan riesgos. La rentabilidad seguirá siendo una fortaleza clave de los bancos de América Latina, aunque presionada por tasas de interés más bajas", destacó.