Algunas compañías han comenzado a exportar de México tantos productos como les es posible para adelantarse a los posibles aranceles que el presidente Donald Trump amenazó con imponer.
Automóviles, electrodomésticos y materiales de construcción están cruzando la frontera apresuradamente antes de que venza el plazo el lunes.
Tejas hechas en México están apiladas junto a una bodega de Nuevo México. Una fábrica de muebles y un exportador de chiles jalapeños están preocupados por el posible impacto financiero de la próxima semana.
Cientos de camiones de carga están formados el viernes en el cruce fronterizo de Tijuana con dispositivos médicos y vehículos Toyota con destino a Estados Unidos.
"Ves a los gerentes de suministros sudando la gota gorda, trayendo cosas tan rápido como pueden", dijo Jerry Pacheco, presidente de la Asociación Industrial de la Frontera en Santa Teresa, Nuevo México.
"Casi todos los gerentes de suministros que traen cosas de México están empeñados en pasarlas por la frontera tan rápido como sea posible".
Trump comentó que impondrá un arancel de 5 por ciento sobre todos los productos importados desde México a partir del lunes a menos que el país latinoamericano tome mayores medidas para detener el flujo de migrantes que usan su territorio para llegar a Estados Unidos.
Representantes de la Casa Blanca y de México se han estado reuniendo en Washington con la esperanza de lograr un acuerdo que satisfaga al presidente y se eviten los aranceles. Muchos republicanos en Washington se oponen a los aranceles porque temen repercusiones en la economía.
Los aranceles fueron tema de conversación en una convención sobre comercio internacional realizada en Tijuana este viernes.
Sandra Maldonado, quien provee servicios de consultoría legal sobre reglas de comercio a maquiladoras, destacó que uno de sus clientes es un fabricante de muebles que perderá un millón de dólares al día con los nuevos aranceles.
"Hay mucha incertidumbre. Ni siquiera el secretario de Economía nos puede decir qué nos depara el futuro", mencionó. "Es absurdo".
Franz Felhaber, un agente aduanal preocupado por las exportaciones de chile, calculó que los aranceles costarán 35 mil dólares por los 100 camiones que cruzan cada día en la temporada alta de exportación de jalapeño, la cual comienza en unas cuantas semanas.
Los exportadores deben pagar los impuestos por adelantado, una práctica que amenaza su flujo de efectivo, aun si después pasan el costo a los consumidores.
Felhaber calcula que si los aranceles se elevan a 25 por ciento para octubre, como Trump dice que hará, dos tercios de sus clientes quebrarán.
Myrna Aguilar, presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales de San Diego, puntualizó que prevé que crezca el envío de productos de México a Estados Unidos el fin de semana.
Aunque las compañías han sabido del aumento en los aranceles por más de una semana, muchos esperaban que la fecha límite se pospusiera o que los gravámenes no entraran en vigor.
"Las grandes compañías, en especial las que tendían a guardar cierto inventario en México, lo van a sacar", precisó.