Pese a que México vivió en las últimas semanas dos sismos de gran magnitud y la presencia de tormentas tropicales y huracanes, las pérdidas de las aseguradoras serán menores por el bajo nivel de penetración en la contratación de seguros.
Aun cuando el último sismo del pasado 19 de septiembre tuvo gran impacto en la Ciudad de México y en localidades con mayor infraestructura y una mayor número de cobertura de seguros, la industria aseguradora no tendrá problemas para hacer frente al pago de las primas, estimó la agencia calificadora Standard & Poor's, (S&P).
De acuerdo con un reporte especial sobre la industria aseguradora ante los fenómenos naturales que han azotado al país, estimó que las aseguradoras en México mostrarán resiliencia.
En su opinión, la adecuada administración de riesgos catastróficos de las aseguradoras, la protección de reaseguro y el prudente entorno regulatorio que establece altos niveles de reservas de estabilización, ayudarán a equilibrar las pérdidas aseguradas.
"En última instancia, no esperamos que estos desastres naturales tengan un impacto importante en la solvencia de las aseguradoras mexicanas que calificamos (...). Sin embargo, si las aseguradoras utilizan sus reservas para catástrofes naturales para absorber los siniestros, su nivel de capital y utilidades podría disminuir, lo que potencialmente debilitaría sus calificaciones", anticipó la agencia calificadora en su reporte especial.
S&P anticipó que el sismo que afectó a la Ciudad de México y estados centrales del país derive en mayores pérdidas aseguradas debido a la densidad de población en el área y nivel de desarrollo de infraestructura en comparación con las regiones sur y del Golfo de México.
Aunque aún es pronto para evaluar en términos exactos el impacto de los eventos, y actualmente no es claro si las pérdidas aseguradas serán mayores en infraestructura, propiedades residenciales o comerciales, prevén que el Gobierno mexicano financie de manera prioritaria los costos de reconstrucción.
Sin embargo, también reconoció que dado el bajo nivel de penetración del seguro de no vida en México de apenas 1.25 por ciento del PIB.
"Esperamos que las pérdidas aseguradas representen sólo una muy pequeña parte de los costos generales", explicó S&P.
La aplicación en nuestro país de un marco regulatorio similar a Solvencia II es un tema positivo para la industria, en donde tanto aseguradoras como reaseguradoras han realizado pruebas de estrés en donde podrían hacer frente al pago, estimó la calificadora.
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