El Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Asociación de Bancos de México (ABM) anunciaron que durante el primer cuatrimestre de 2020 lanzarán la facturación instantánea a través del pago con tarjeta de crédito y débito.
Se trata de un nuevo mecanismo de pago que permitirá a los contribuyentes generar una factura electrónica al momento en que las personas den el "tarjetazo" mediante una Terminal Punto de Venta (TPV).
El SAT y la ABM aseguran que con la facturación instantánea, las personas ya no tendrán que cargar a todos lados con sus datos del Registro Federal del Contribuyente (RFC) impreso o enmicado para pedir factura ni tampoco tendrán que escribir o deletrear en la caja de cada negocio los dígitos del RFC, pues esa información ahora estará en el chip de las tarjetas de crédito y débito.
Margarita Ríos-Farjat, jefa del SAT, dijo que la factura instantánea es un nuevo método de pago que en su fase de inicio será voluntario, es decir, cada persona decidirá si carga al chip de sus tarjetas su RFC, si decide hacerlo, eso no implica que todas las compras que se hagan con tarjeta se vayan a facturar, pues ello también será una decisión voluntaria de las personas.
"La idea es que el contribuyente o el cliente en el momento que pida factura si paga con tarjeta, se olvide de generar la factura y ya no tenga que volver a ver eso de la factura, se libera de ese trámite", expuso.
Luis Niño de Rivera, presidente de la ABM, señaló que las tarjetas de crédito y débito solo funcionan en una Terminal Punto de Venta, por lo tanto, es en ese dispositivo donde se va a producir la factura instantánea.
Para cumplir con la emisión de las facturas, las TPV han pasado por un proceso de reprogramación, de tal forma que para generar la factura, la TPV se tendrá que comunicar con el SAT, el SAT verificará que el RFC sea correcto y enseguida se emitiría la factura.
¿Cómo llega mi RFC al chip de mi tarjeta?
El RFC va a quedar guardado en el chip de las tarjetas de crédito y débito, luego de que la ABM lograra que el RFC se pueda grabar en las 100 millones de tarjetas de débito y 25 millones de tarjetas de crédito vigentes que hoy están usando las personas. El RFC que tendrán las tarjetas será el que elija la persona.
Es decir, las personas no tendrán que cambiar sus plásticos, ya que el RFC lo podrán cargar en sus tarjetas vigentes con chip.
"Ya se puede meter el RFC al chip, entonces, la TPV va a poder leer el RFC de ese chip como lee la demás informacion, se va a comunicar la terminal al SAT, el SAT va a validar el RFC y va a poder emitir la factura", explicó Niño de Rivera.
¿El banco grabara mi RFC al chip de mi tarjeta?
La respuesta es no. El SAT y la ABM enfatizaron en que el RFC en el chip es una decisión personal, cada tenedor de tarjeta decide si quiere o no quiere, si desea que el RFC se encuentre en el chip tendrá que proporcionarlo cuando esté en un banco, establecimiento o lugar donde haya una TPV.
"Primero hay que meter el RFC al chip en una TPV y después puede uno transaccionar. Habrá que meter la tarjeta a la TPV, y la TPV tendrá una opción para meterle el chip. El RFC lo podrán grabar en el chip cuando vayan a hacer una transacción o sin hacer la transacción.
"Es decir, las personas podrán ir a cualquier lugar donde haya TPV y decir: quiero meter mi RFC, la TPV dará la opción para meter la información del RFC y en ese momento se queda grabado el RFC en el chip el RFC", apuntó Niño de Rivera.
Es importante recordar que, aunque ya quede grabado el RFC en tu tarjeta, eso no implicará que todas tus compras se facturarán, pero la ventaja es que ya no tendrás que dar tu RFC en cada lugar, pues ya quedará grabado.
Katya Arroyo, Administradora General de Servicios al Contribuyente, subrayó que cada tarjeta solo tendrá capacidad para un RFC, por lo que se debe ser cuidado de que el RFC que se grabe sea el correcto para las personas físicas y empresas.
En el caso de viáticos -añadió- algunas dependencias o compañías dan tarjetas especiales, esas tarjetas tendrían que tener el RFC de la empresa o compañía para hacer la factura correspondiente. Es decir, las tarjetas están personalizadas al dueño de la información, no para un tercero, por lo que esa información propia es la que van a tener grabadas las facturas.