Para ayudar a los países a superar la pandemia y abordar los problemas económicos a largo plazo, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), buscará un aumento de capital que permita que los préstamos anuales crezcan de 12 mil millones a casi 20 mil millones de dólares, lo que equivale a un 66 por ciento.
"Como un primer paso, mañana estaré convocando a una reunión con el presidente del Banco Mundial y la directora gerente del FMI con el fin de formular un mecanismo para estas plataformas y asegurar un mayor impacto mediante el trabajo colectivo", dijo en su discurso inaugural de su mandato por cinco años al frente del BID.
Para el proceso de capitalización, dijo que movilizará apoyo en el Tesoro y el Congreso de los Estados Unidos y mejorará el posicionamiento del banco en los mercados de capital, con el fin de aumentar su capacidad de endeudamiento y fortalecer su poder crediticio.
"Debemos maximizar los instrumentos que ya tenemos, ya sean créditos, bonos, garantías, financiamiento mixto u oportunidades de cofinanciamiento, mientras que ampliamos otros instrumentos nuevos como los bonos verdes", agregó.
Junto con el fortalecimiento de lazos con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones para crear plataformas nacionales conjuntas y coordinar esfuerzos para ayudar a la región, impulsará la creación de empleo en digitalización y emprendimiento.
"La meta central de mi presidencia será la creación de empleos en la región" y explicó que hay que aprovechar las oportunidades de transformación que existen hoy para la creación de empleo en digitalización, emprendimiento y actividades de nearshoring, o relocalización de centros productivos.
Claver-Carone explicó que la digitalización es fundamental para el desarrollo, por lo cual el BID debe liderar los esfuerzos para expandir internet accesible y de alta calidad en las áreas rurales e impulsar su uso en la educación, la banca y las finanzas. Además de promover el emprendimiento, buscará cerrar la brecha de 85 mil millones de dólares en financiamiento para pequeñas y medianas empresas y trabajará con la región para impulsar la inversión a través de una mayor integración y nearshoring.
"Mi objetivo es que el hemisferio occidental sea la región más atractiva del mundo para la inversión directa", dijo.
Desde su fundación en 1959, el BID había estado presidido por latinoamericanos, el último fue Alberto Moreno, colombiano que concluyó su mandato el 30 de septiembre de 2020.