Economía

Aumentar salarios por decreto, obstáculo para crecimiento: CEESP

“No hay brechas para acortar este camino. La única manera de mejorar el nivel de vida de nuestra población es creando más empleos, y el único factor para lograrlo es la inversión”, subrayó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.

CIUDAD DE MÉXICO.- Pensar en aumentar los salarios por decreto con la idea de que esto elevará la productividad de los trabajadores, como se ha mencionado, sólo generaría mayores desequilibrios y posiblemente obstáculos para el crecimiento.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que aumentar los salarios de esta manera sin duda propiciaría un despido importante de trabajadores, dado lo costoso que ya es la contratación formal para las empresas.

Asimismo, apuntó, incidiría en la evolución de los precios al consumidor afectando la mermada capacidad adquisitiva de las familias, además el desempleo, el subempleo y la informalidad aumentarían, con la consecuente caída en la productividad y en un menor dinamismo económico.

"No hay brechas para acortar este camino. La única manera de mejorar el nivel de vida de nuestra población es creando más empleos, y el único factor para lograrlo es la inversión", subrayó en su publicación semanal Análisis Económico Ejecutivo.

A pesar de que los resultados de los principales indicadores económicos del país muestran un comportamiento débil, parece que las expectativas coinciden en que hacia la segunda mitad del año y especialmente en el último trimestre, la actividad económica podría crecer a tasas superiores a 4.0 por ciento.

El organismo de investigación del sector privado comentó que incluso el promedio del pronóstico de crecimiento para el primer trimestre del año, según la encuesta del Banco de México (Banxico) es de 1.9 por ciento.

Si bien este porcentaje es una décima inferior a la estimación previa, esto supone que en marzo la economía tuvo un avance cercano a 3.0 por ciento, después del aumento de 0.96 por ciento en enero y 1.74 por ciento en febrero que reportó el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), anotó.

Pese a la incertidumbre que prevalece sobre la evolución de la economía en la primera mitad de 2014, resaltó que también comienza a fortalecerse la confianza de que a finales del año se reflejará el efecto que factores como el mejor desempeño de la economía de Estados Unidos y posiblemente el ejercicio de un gasto público acorde con su calendario, pero canalizado a actividades productivas.

Esto pudiera incidir en una tasa mayor de crecimiento, además del efecto aritmético que se espera y que no es trivial, puesto que es muy probable que este sea el principal origen de tasas más altas, apuntó el CEESP.

Sin embargo, precisó, esto nos vuelve a colocar en el plano de que sólo estaremos creciendo de manera inercial, es decir, dependiendo de factores externos como la recuperación de la economía estadounidense o diversos factores estacionales.

Aseveró que para sentar las bases de un crecimiento sólido en el mediano y largo plazo, es necesario estimular la inversión.

Reiteró que para que la economía logre tasas de avance superiores a 6.0 por ciento, es necesario que la inversión (pública y privada) represente entre 25 y 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de manera permanente.

Las cifras indican que el promedio de la inversión total como porcentaje del PIB en el lapso 1980-2013 es de 19.7 por ciento, y si bien se observan avances en los últimos años, dado que en el periodo 2000-203 el promedio se elevó a 21.1 por ciento, aún está lejos de lo requerido por el país, añadió.

Sin embargo, aclaró, donde se ha visto mayor retraso, es en la evolución de la inversión pública, lo cual coincide con el rezago que hasta ahora tiene la infraestructura del país.

Destacó que la infraestructura es un elemento fundamental en el crecimiento de largo plazo de la economía, ya que fortalece la actividad productiva de las empresas, elevando significativamente su productividad y hace mucho más competitivo al país, y de ahí la importancia que tiene el gasto público en este tema.

Estimó que el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018, el más ambicioso que se ha propuesto, podría lograr estimular los niveles de inversión al grado de que el ritmo de crecimiento de la economía mejorara sustancialmente en el mediano plazo.

Elevar los niveles de inversión es lo que permitirá ir generando cada vez más empleos formales y mejor remunerados, sostuvo el CEESP.

Refirió que actualmente tenemos tasas elevadas de desocupación (4.8 por ciento en marzo), de subocupación (8.35 por ciento) y de informalidad laboral (58.42 por ciento), que reflejan esa falta de acervos de capital que requiere el país para crear todos los empleos formales que necesita la población.

"Se debe tener claro que la inversión es prácticamente el único factor en el corto plazo que redunda en más empleo, productividad y crecimiento", sostuvo.

Apuntó que temas como educación e innovación sin duda son factores que también inciden en el ritmo de avance de la economía, pero debido a su funcionamiento, es evidente que sus efectos se verán con mayor rezago.

A pesar de ello, igualmente es importante la inversión en estos aspectos, toda vez que en el tiempo, los hogares, las empresas y el país se verán beneficiados de una población más preparada, y productiva, lo cual le dará oportunidad a mayores ingresos familiares, afirmó.

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