La reforma laboral significa para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador "acabar con la simulación" en la contratación colectiva y en el sindicalismo, sin embargo, si los trabajadores no reclaman sus nuevos derechos, las autoridades no podrán con la "tarea titánica" de implementar la reforma, advirtió la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Alfredo Domínguez Marrufo, subsecretario de Trabajo, sostuvo que la reforma contiene cambios fundamentales en cuanto a la elección de dirigentes mediante el voto personal, libre, directo y secreto, así como en la representatividad de los trabajadores en las negociaciones colectivas, a fin de evitar los contratos de protección.
"Si los trabajadores no ejercen sus derechos, no los reclaman, no los demandan, las autoridades laborales no van a poder con esta tarea titánica. Estamos con toda la voluntad y la instrucción del presidente de hacer valer estos derechos", expuso en entrevista.
El funcionario se mostró positivo en torno a la próxima ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que la reforma laboral fue aprobada en los términos del Capítulo Laboral del acuerdo.
Domínguez Marrufo dijo que son receptivos de las demandas de los empresarios pero según la STPS, "el sector privado ha estado puntilloso y ha hecho una lectura incorrecta de la reforma".