Las perturbaciones causadas por la pandemia del COVID-19 harán que la economía de México se contraiga 7.5 por ciento en 2020, con una recuperación de 3 por ciento en 2021, estimó este lunes el Banco Mundial en la actualización de sus Perspectivas Económicas Globales.
Sin embargo, en abril, la oficina del Economista Jefe para América Latina y el Caribe estimó una contracción de 6 por ciento para México este año, vislumbrando una recuperación de 2.5 por ciento en 2021.
Estos pronósticos están alineados al golpe que dejará la crisis sanitaria en América Latina, en donde se prevé una contracción de 7.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de este año en su conjunto.
"La economía de México, golpeada por condiciones financieras más difíciles, el derrumbe en los precios del petróleo, la paralización del turismo y las restricciones en la circulación, se encuentra en vías de contraerse un 7.5 por ciento en 2020 y podrá alcanzar una recuperación de 2.5 por ciento en 2021" , apuntó.
Sin embargo, en su reporte Perspectivas Económicas Globales, publicado este lunes desde Washington, alerta que muchos mercados emergentes y economías en desarrollo entraron a esta recesión global menos preparados y con mayores vulnerabilidades que cuando fueron golpeados por la última recesión global en 2009 y los que serán más golpeados son aquellos que dependen en gran medida del comercio global y del turismo.
"Los que son más vulnerables al impacto de la pandemia incluyen aquellos que tienen sistemas de salud débiles, que dependen en gran medida en el comercio mundial o el turismo, que son vulnerables a las interrupciones financieras, y que dependen de las exportaciones de petróleo y otros productos básicos. La recesión prolongará una década de crecimiento decepcionante para los mercados emergentes y economías en desarrollo", explicó.
AL, impactada más que por la crisis de los 80
La contracción de las economías en América Latina llevará a una caída del PIB regional de 7.2 por ciento en 2020, lo que constituirá una recesión mucho más profunda que las causadas por la crisis financiera mundial de 2008 y la crisis de la deuda latinoamericana de la década de 1980, señaló el Banco Mundial.
Prevé que la actividad económica caerá a su punto más bajo durante el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación se encuentren en sus niveles más altos. En este contexto, la normalización de las condiciones internas y mundiales permitiría que el crecimiento regional se recupere al 2.8 por ciento en 2021.
"Los riesgos que enfrentan las perspectivas para la región son claramente desfavorables. Los brotes del virus en las grandes economías de la región podrían tener un efecto derrame, y una segunda ola de la pandemia en las economías avanzadas tendría repercusiones negativas en la región", advirtió el organismo en el documento.
Altos niveles de informalidad limitarán el alcance de los esfuerzos de asistencia social que buscan aminorar el impacto económico de la pandemia lo que pondrá en riesgo los avances alcanzados en la región en alivio de la pobreza y de la desigualdad, además de que los efectos negativos sobre el ingreso podrían reactivar la ola de malestar social.
Brasil se retraerá este año un 8 por ciento debido al confinamiento, y a la caída de las inversiones y de los precios mundiales de los productos básicos agropecuarios; la actividad económica en Argentina se prevé que caerá 7.3 por ciento en 2020 y la de América Central en 3.2 por ciento por las restricciones de movilidad, disminución de las remesas y el turismo, además de menores precios de productos agrícolas.