Economía

Bancos en Escocia preparan maletas en caso de independencia

Importantes grupos financieros como Royal Bank y Lloyds Banking han anticipado planes para proteger sus inversiones y, en caso de que Escocia diga sí a la separación del Reino Unido, mudar sus sedes a Inglaterra.

LONDRES.- En un golpe a la campaña de independencia de Escocia, importantes grupos financieros, incluyendo el Royal Bank of Scotland (RBS) y Lloyds Banking Group, anunciaron que mudarán sus oficinas centrales a Inglaterra si los escoceses votan para separarse del Reino Unido.

RBS, que ha estado en Escocia desde 1727, informó que ha preparado planes de contingencia por si acaso la incertidumbre pudiera dañar a sus negocios o clientes, en el supuesto de que los escoceses voten la semana próxima a favor de la independencia.

Lloyds Banking Group, dueño de los bancos Halifax y Bank of Scotland, también planea establecer "nuevas entidades legales" en Inglaterra si la campaña del SÍ es exitosa.


Los pasos de los bancos generan interrogantes sobre la capacidad de una Escocia independiente de retener negocios, particularmente durante los meses de incertidumbre financiera que seguirían una votación para separarse. Escocia, entre otras cosas, tendría que determinar cuál moneda usar y cuánto de la deuda pública del Reino Unido tiene que asumir.

"Existe una serie de dudas relacionadas con el referéndum escocés que podrían tener impacto en las clasificaciones crediticias de los bancos, y el panorama fiscal, monetario, legal, y regulatorio a que son sujetos", dijo el RBS en una declaración.

Pese a su nombre, el Royal Bank of Scotland es propiedad mayoritaria de los contribuyentes del Reino Unido porque necesitó un rescate gubernamental en 2008 para compensar malas inversiones. Tiene operaciones en todo el territorio británico y en el extranjero, pero su reubicación sería un golpe simbólico para una Escocia independiente. El gobierno británico posee además una porción significativa de Lloyds.

Los más recientes sondeos indican que una Escocia independiente
—hasta hace poco desestimada como improbable— pudiera ser una posibilidad, con la campaña en favor de la separación ganando impulso antes de la consulta del 18 de septiembre.

Eso ha sacudido a los mercados, haciendo que inversionistas vendan la libra. La campaña proindependencia dice que Escocia se puede sostener por sí misma económicamente, pero sus oponentes
—incluyendo muchos negocios en el país— se han concentrado en las incertidumbres, especialmente la moneda.

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