La actividad en el sector bancario perdió dinamismo en los últimos meses, a tono con la debilidad en la economía mexicana.
El financiamiento creció 3.4 por ciento anual en junio en términos reales, su menor avance en 18 meses; en tanto que la captación avanzó 3.2 por ciento, la cifra más baja en 17 meses, donde los depósitos de exigibilidad inmediata disminuyeron 2.7 por ciento, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En mayo de 2019, el último dato disponible, la actividad económica en el país se contrajo 0.3 por ciento anual, la segunda baja en el año, y además presenta su peor desempeño desde 2019, según los registros del INEGI. Los pronósticos para todo el año se han revisado continuamente a la baja y apuntan a un avance de apenas 0.9 por ciento, por debajo del 2 por ciento de 2018.
En un reporte reciente, Fitch Ratings indicó que los bancos en México se enfrentan a una incertidumbre política y económica mayor que probablemente pesará en el crecimiento del crédito.
En el segmento crediticio algunos sectores muestran descensos, donde destaca la cartera a estados y municipios, que registró una contracción de 12.4 por ciento anual en junio en términos reales, con lo que acumuló 30 meses en contracción, y además esta es su segunda mayor caída desde que hay registros disponibles, a partir de 2007.
También se observan caídas en el crédito a entidades financieras (6.6 por ciento), en créditos personales (3.7), al gobierno federal (2.7) y en vivienda de interés social (16.7) de acuerdo con la CNBV.
Cartera vencida crece
El índice de cartera vencida de la banca mantuvo su trayectoria descendente en junio, pero algunos rubros ya reportan signos de un ligero deterioro.
El índice de morosidad total (IMOR) se ubicó en junio en 2.14 por ciento, por debajo del 2.16 del mes previo.
Se observaron alzas en los créditos personales, donde este indicador pasó de 6.21 a 6.23 por ciento, y en los de nómina subió de 2.85 a 2.95 por ciento.