El subgobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, reconoció ayer, en el marco del Foro Banorte, que el comportamiento de la actividad económica ha sido mejor de lo que se anticipaba, al mostrar un crecimiento sostenido, aunque moderado. Sin embargo, señaló que existen contrastes al interior de la economía.
"Al interior del PIB, los servicios crecen con mayor vigor, pero en la parte industrial se ve un estancamiento. Si abrimos el sector industrial identificamos dos tendencias: la primera es la parte de manufacturas, que está creciendo, pero la segunda es una contracción significativa de la minería y un estancamiento en la construcción".
En cuanto a la demanda, dijo, se ve un consumidor que ha conservado el dinamismo, y, aunque lo ha hecho a un ritmo menor que el año pasado, varios elementos han contribuido, como fue el mayor empleo, las remesas y el financiamiento de la banca comercial.
Adaptan. Las expectativas de corto plazo de la inflación muestran incrementos, pero para el cierre del 2018 se prevé una reducción significativa.
La lucha. Fortalecer el Estado de derecho y garantizar la seguridad jurídica de los actores económicos es fundamental para Banxico.
Acerca de la inflación, indicó que el aumento en los últimos meses ha sido resultado de dos choques. El primero de ellos fue la depreciación del peso y el segundo la liberalización de gasolinas en enero y de otros energéticos como el gas.
"Cuando estos precios se incrementan con esa magnitud, una de las preocupaciones del banco central es que no deteriore la formación de precios y expectativas", aseguró.