Los planes del Gobierno para destinar más dinero a la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) no han logrado mitigar las preocupaciones sobre una baja en las calificaciones de la productora de petróleo más endeudada del mundo.
Los bonos de Pemex cayeron la semana pasada y redujeron las pérdidas este lunes, después de que la compañía dijera que esperaba al menos una inyección de 1.250 millones de dólares por parte del estado este año, en su intento por revertir una disminución de la producción a casi la mitad desde su pico de 2004.
La reacción del mercado es un golpe para el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador de impulsar el gasto de capital en la compañía, a la vez que detiene un programa de reforma que abrió el sector petrolero a la inversión extranjera.
Pemex ya tiene una deuda acumulada de 83 mil 900 millones de dólares y existe la preocupación de que la compañía no pueda cumplir con los ambiciosos objetivos de producción del presidente sin un gasto mucho mayor.
"Lo que están haciendo en este momento es sobrecargar realmente a Pemex con una gran cantidad de gastos de capital que no tienen la capacidad de emplear sin afectar sus cifras de apalancamiento", asegura Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York. "Es probable que esto conduzca a un deterioro en las métricas crediticias, lo que podría llevar a una reducción de la calificación".
El rendimiento de los bonos de Pemex con vencimiento en 2027 se redujo este lunes, después de un aumento de 38 puntos base la semana pasada debido al fracaso de un viaje a Nueva York por parte de ejecutivos de la compañía. Las reuniones, cuya intención era tranquilizar, no sirvieron para convencer a los inversionistas de que la empresa podría cambiar las cifras de producción. Pemex no respondió a una solicitud de comentarios.
Pemex también ha tenido dificultades en las últimas semanas por los cierres de tuberías relacionados con otra campaña de López Obrador, esta vez para reducir el robo de combustible. Si bien Pemex puede beneficiarse a largo plazo de una reducción en el robo, los ductos cerrados han llevado a una escasez.
Además, las dificultades de Pemex pueden tener un efecto de desbordamiento. Las fortunas de la compañía están estrechamente vinculadas a las fortunas del soberano, ya que Pemex constituye aproximadamente 20 por ciento del presupuesto federal. El dolor por los bonos de la compañía puede traducirse en dolor por los bonos del gobierno.
"Cuanto peor se ve Pemex de forma independiente y se baja su calificación, mayor es el riesgo de que reduzca la calificación soberana, porque probablemente sería el resultado de varios errores de política del nuevo gobierno", asegura Roger Horn, estratega senior de mercados emergentes en SMBC Nikko Securities America en Nueva York.