Los bonos educativos traerán una inversión negativa por 6 mil 884.9 millones de pesos, que serán descontados del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) en un lapso de 23 años, advirtió el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
"El pago de estos bonos afectaría a los estados con altos niveles de deuda, ya que podrían tener menos recursos disponibles en un futuro y empeorar aún más su nivel de endeudamiento. Aunque adelantar los recursos del FAM beneficiaría a las generaciones actuales –– quienes disfrutarán en este sexenio de nueva infraestructura –– las generaciones futuras no solamente verán una depreciación de dicha infraestructura, sino que tendrán que pagar la mayor parte de los bonos", señaló en un comunicado.
Más de 30 mil escuelas presentan hoy en día deficiencias en su construcción, como falta de drenaje, baños y otros servicios básicos.
El investigador del CIEP, Kristobal Meléndez Aguilar, adjudicó este problema a falta de presupuesto en infraestructura y detalló que, del gasto en educación por aportaciones, solamente 3 por ciento se destina a inversión en infraestructura. En lugar de aumentar el presupuesto en inversión, el Gobierno optó por emitir bonos de 8 mil 581.2 millones de pesos a una tasa de interés anual del 8 por ciento con 3 años de gracia.
"Este escenario es pesimista, ya que el periodo de gracia de 3 años y las amortizaciones crecientes incrementa la inversión neta negativa", aseguró Meléndez.