La Comisión Federal de Electricidad (CFE) presenta niveles de rentabilidad insuficientes y deficiencias de gobernanza para alcanzar sus objetivos, según el Informe Individual del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019.
En el documento se menciona que en 2019, la CFE generó utilidades, pero no fueron suficientes dado que la rentabilidad de la empresa medida por el Rendimiento sobre activos (ROA) fue de 1.2 por ciento, lo que significó un nivel menor respecto a 3.1 por ciento reportado hace un año.
A su vez, el Rendimiento sobre capital (ROE) fue de 4.0 por ciento, que es un nivel 55.5 por ciento inferior respecto del año anterior, que fue de 9.0 por ciento.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), organismo que realizó el informe, señaló que todos los índices estuvieron por debajo de la Tasa Social de Descuento requerida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para los proyectos de inversión del Gobierno Federal que es del 10.0 por ciento.
La CFE registró un resultado de generación de riqueza residual negativo menor en 8.9 por ciento al reportado en 2018 y con la aplicación de los modelos de predicción de riesgo de quiebra técnica, Altman Z Score y Springate, se determinó que los resultados financieros de la CFE no son óptimos para considerarse una empresa con solidez financiera.
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En cuanto a Gobernanza, la ASF determinó que la CFE no actualizó su plan de Negocios, el cual es una de las principales herramientas para conducir sus operaciones con base en una planeación y visión estratégica, a fin de cumplir con su objetivo, que es generar valor económico y rentabilidad para el Estado.
Detalló que en las sesiones del Consejo de Administración no se abordaron todos los riesgos críticos identificados por la ASF como las pérdidas técnicas en transmisión, el incremento de la cartera vencida, los costos ineficientes transferidos a las tarifas, y la generación de electricidad con tecnologías limpias.
Además, se detectó limitada supervisión en las directrices de recursos humanos y remuneraciones, estrategia e inversiones, adquisiciones, arrendamientos, obras y servicios.
La ASF informó que la CFE no ha atendido riesgos críticos, cuya materialización afecta su situación operativa y financiera, particularmente, los riesgos sobre la gobernanza, los costos eficientes, la reasignación de activos, la operación de la Fibra E; la cartera vencida, y el cumplimiento de la Agenda 2030.