La agencia de calificación crediticia Moody's estimó este lunes que hay actualmente entre 40 mil millones y 45 mil millones de dólares en recursos chinos dedicados para respaldar varios proyectos de infraestructura en la región de Latinoamérica que ayudarán a remodelar el panorama competitivo a través de préstamos o inyecciones de capital.
La inversión directa de China hacia el exterior se ha incrementado en más de 50 veces en las últimas dos décadas, a 1.5 billones de dólares, de los cuales sólo una pequeña parte se invirtió en América Latina.
De acuerdo con la calificadora, el país asiático invirtió 110 mil millones de dólares en América Latina durante 2003-2016, y su inversión en la región crecerá aún más en los próximos años con base en las materias primas de alta calidad de América Latina, las necesidades de infraestructura y la demografía favorable.
"Bajo el lema de 'La Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda', China apunta a fortalecer los esfuerzos de integración regional, los vínculos económicos con los países objetivo y la internacionalización de la moneda renminbi", destacó la agencia en un análisis.
Los flujos totales de inversión extranjera directa en América Latina aumentaron 8 por ciento (de 140 mil millones a 151 mil millones de dólares) el año pasado, en comparación con una disminución en los flujos en la mayoría de las regiones del mundo.
"América Latina ofrece una serie de ventajas comparativas que se alinean con las prioridades de política estratégica nacional de China. Estas prioridades incluyen la gestión de la utilización industrial en China mediante la exportación de productos de sectores industriales con exceso de capacidad, así como el fortalecimiento del acceso estratégico a los alimentos y los recursos energéticos", señaló en el documento.
Moody's cree que de acuerdo con estas prioridades, China está asignando capital a nivel mundial para salvaguardar el acceso a los recursos a través de la adquisición de materias primas o productos básicos, como petróleo crudo y cobre.
La seguridad alimentaria de China también es de gran importancia, ya que la adquisición y el acceso a productos básicos agrícolas, como la soya y otros cereales, ayuda a orientar las inversiones destinadas al desarrollo de la infraestructura, como los enlaces de transporte y las instalaciones portuarias.
"En América Latina, esperamos que la estrategia de inversiones de China sea similar a la estrategia implementada en otros países de la 'Ruta de la Seda'. Es probable que se siga una extensión de los patrones de inversión observados en Eurasia en la región", aseguró.
La inversión en materias primas dominó la ola inicial de capital en China. Durante el período 2005-2016, la energía (incluido el petróleo, el carbón, el gas y otras fuentes) representó la mitad de las inversiones directas de China en los países de la 'Ruta de la Seda', excluyendo Australia. Los metales representaron el 8 por ciento.
La agencia resalta que si bien Brasil es el principal destino, la inversión china aumentará en Perú, Colombia, Argentina y México, porque los gobiernos están interesados en atraer inversiones para financiar proyectos y reducir grandes brechas de infraestructura.
"La reforma energética de México de 2014 abrió el sector a los inversores privados. Como resultado, las empresas chinas están participando con éxito en proyectos de exploración y generación de energía en este país. En 2016, por ejemplo, CNOOC Limited, una empresa petrolera de China, ganó dos de los 10 bloques de aguas profundas subastados por el Gobierno mexicano", puntualizó.