Los mercados deben entender que no hay corrientes políticas buenas o malas, liberalismo bien o populismo mal, deben ser incluyentes y escuchar los diferentes puntos de vista, expuso Raúl Martínez Ostos, presidente y director general de Barclays México sobre lo que pueda suceder en la elección presidencial en México en 2018. Entrevistado en el marco de la 80ª Convención Bancaria, enfatizó que los mercados quieren continuidad en la política económica y certidumbre.
—¿Cómo tomarían los mercados financieros la llegada de un populista a la Presidencia?
— No podemos encajar un proceso electoral en un formato de liberalismo bien, populismo mal. El reto para los mercados es entender las fortalezas del liberalismo y que también hay políticas populares que son liberales, no es blanco y negro. Como gremio nuestra labor es canalizar más recursos al crecimiento económico, no confrontar sino incluir y escuchar los diferentes puntos de vista.
Creo que la prudencia, el manejo de la política macro económica en nuestro país no se ha consolidado y desviarnos de eso es un riesgo.
México se ha diferenciado por el manejo macroeconómico prudente ... somos uno de los mercados más atractivos, pero la parte de certidumbre jurídica es fundamental
—¿Qué es lo importante para los mercados?
— Lo importante es que haya continuidad en la política económica. Hay muchos temas que se han trabajado muy bien, no sólo en esta administración sino en otras anteriores y el mercado busca certidumbre. Lo hemos vivido después del Brexit, con la victoria de Trump, cuando salen discursos que generan incertidumbre es cuando se puede tener un efecto en el corto y potencialmente en el mediano plazo, reflejado en la paridad cambiaria.
—¿La salida de Agustín Carstens de Banxico volverá a causar volatilidad al peso?
—Al doctor Carstens lo conozco bien, fue mi jefe en Banco de México y en Hacienda, es un extraordinario banquero central, un extraordinario economista, ha generado un entorno de estabilidad. Al final lo que ha construido Banxico en su autonomía hace más de 20 años, es reforzar su institucionalidad e independientemente de quien esté al frente, al mercado y a nosotros los participantes, nos da mucha tranquilidad saber que hay un instituto central autónomo, independiente, con una Junta de Gobierno bien constituida, cuyo objetivo prioritario es preservar la estabilidad de la moneda y la inflación.
Creo que hay gente muy buena que puede ocupar la gubernatura del banco central, que le puede dar continuidad a la estrategia de política monetaria que ha sido bastante ortodoxa durante los últimos veinte años y ha fortalecido los fundamentales de nuestro país. Si Carstens extendió su permanencia a lo mejor fue para darle un poco de espacio y determinar al sucesor. La institución es lo que prevalece y le da mucha confianza a los mercados. México se ha diferenciado por el manejo macroeconómico prudente.