Tras casi dos años de investigación, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) dio a conocer el dictamen preliminar en donde estableció "que no existen condiciones de competencia efectiva en el sistema de pagos con tarjeta en el territorio nacional", por lo que propone que se desincorporé el 51 por ciento de las acciones de las cámaras de compensación de E-Global y Prosa, hoy propiedad de algunos bancos.
De acuerdo con el documento publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Federación (DOF), tras la investigación realizada, indicó que observó "la probable existencia de barreras a la competencia que impiden la entrada e incrementan los costos de nuevos participantes en este mercado, además inhiben la innovación, la inversión para atender problemas operativos y de seguridad, e incrementan los costos de los bancos que afilian a los comercios".
El extracto del Dictamen Preliminar del expediente IEBC-005-2018 se publicó este miércoles en el DOF y a partir de este momento, los agentes económicos interesados en este procedimiento podrán presentar las manifestaciones y alegatos que consideren pertinentes, a fin de que el Pleno de la Comisión emita la resolución final de este caso.
La falta de competencia, consideró, ha provocado cuotas elevadas que inhiben la bancarización de los comercios que podrían aceptar pagos con tarjeta, por lo cual, en el dictamen preliminar propone, entre otras medidas, que los bancos desincorporen sus acciones de Prosa y E-Global.
En esta red participan bancos que emiten las tarjetas y/o afilian comercios; los titulares de marca de la tarjeta (por ejemplo, Visa y MasterCard) y las cámaras de compensación que procesan la transacción, que en México son dos, E-Global y Prosa. La falta de condiciones de competencia en los servicios que ofrece esta red afecta a los consumidores y a los comercios, han frenado la bancarización y la inclusión financiera, indica la Cofece.
Durante la investigación, la Cofece encontró la existencia de una sola red de pagos con tarjeta que aplica reglas que imposibilitan la coexistencia de otras redes de pago con menores cuotas, mejores servicios y mayor seguridad en las transacciones.
También detectó requisitos anticompetitivos que incrementan los costos de entrada de nuevos participantes en la red de pagos existente o en una nueva.
La Cofece recordó que son ocho bancos los copropietarios de las cámaras de compensación que se encargan de procesar las operaciones en la red de pagos, lo que les permite contar con información que otros bancos no tienen e instrumentar esquemas comerciales que les dan ventajas respecto a sus competidores.
A diferencia de cómo ocurre en otros países, la obligación de garantizar la liquidez diaria de las transacciones recae en los titulares de marca y no en las cámaras de compensación, que son las que procesan los pagos y conocen los riesgos de cada operación.
Lo anterior, por un lado, desincentiva la entrada de otras marcas de tarjetas, y por otro, al no tener esta obligación, las cámaras de compensación dejan de invertir y monitorear el sistema para detectar amenazas, lo que genera riesgos a la seguridad de la red de pagos.
Todo esto, estima la autoridad, genera efectos anticompetitivos como son falta de seguridad, tecnología e innovación que se traduce en frecuentes interrupciones en la red de pagos que impiden la realización de transacciones y generan pérdidas en ventas para los comercios. Asimismo, a falta de inversión, algunos de los estándares tecnológicos que permiten reducir significativamente los niveles de fraude en tarjetas llevan más de 15 años sin poder implementarse totalmente en México.
La Cofece también destacó obstáculos regulatorios para nuevas cámaras de compensación con diferente red de pagos, ya que el periodo de autorización es de hasta cuatro años, y varios requisitos son inciertos; además de que se requiere de una certificación emitida por los competidores, quienes no tienen incentivos para hacerlo.
Para eliminar estas barreras, el dictamen preliminar propone desincorporar el 51 por ciento de las acciones de las cámaras de compensación E-Global y Prosa, hoy propiedad de algunos bancos, además de recomendar al Banco de México y a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que eliminen los obstáculos regulatorios detectados y a la vez emitan regulación que asegure la competencia.