En México la corrupción está arraigada y se percibe en los sectores público y privado generando costos económicos, políticos y sociales.
Ningún estado de la República se salva de la percepción de la corrupción, Querétaro, una de las entidades con mayor crecimiento económico, tiene un índice de 65 por ciento, mientras que la media nacional es 85.3, señaló en conferencia de prensa Amparo Casar, directora de anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La corrupción rebasa al sector público, de acuerdo con el reporte "México: Anatomía de la Corrupción", el 44 por ciento de las empresas en México pagó algún soborno, el 75 por ciento de los encuestados señaló que fue para agilizar trámites, obtener licencias y permisos.
"Se trata de un problema de oferta y demanda", dijo Casar.
El compendio de diversos estudios e índices relacionados con corrupción, también arrojó información sobre la impunidad. De 2000 a 2013, 41 gobernadores acusados de actos de corrupción, 16 fueron investigados y de estos 4 detenidos. En comparación con Estados Unidos, nueve fueron acusados, nueve investigados y nueve detenidos.
ALTOS COSTOS
Entre los costos que deja la corrupción están los económicos, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los países corruptos la inversión es hasta 5 por ciento menos, genera pérdidas de 5 por ciento a las ganancias de las empresas, señaló el compendio donde también colaboró el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
En el ámbito social afecta al 14 por ciento del ingreso promedio de los hogares. En el político genera insatisfacción con la democracia y crisis de representación.
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