Economía

COVID-19 aumentó demanda de servicios en sistema de pagos de Banxico: Alejandro Díaz de León

El gobernador del Banco de México dijo que los sistemas de pagos administrados por Banco de México operaron en condiciones normales.

La pandemia originada por el COVID-19 incrementó la demanda de servicios en el sistema de pagos, la cual pudo ser absorbida sin problema pero los bancos siguen teniendo el reto de que más personas tengan acceso a servicios financieros, afirmó el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.

Durante su participación en la inauguración de la 84 Convención Bancaria, Díaz de León aseguró que durante 2020 los sistemas de pagos administrados por Banco de México operaron en condiciones normales; en particular para el SPEI se observó una disponibilidad del servicio de 99.99 por ciento.

"Además, este instrumento es utilizado cada vez más: el volumen de pagos menores a 8 mil pesos en el SPEI alcanzó 885 millones de operaciones en 2020 y registró un crecimiento de 90.2 por ciento en los últimos doce meses", detalló.

Estos sistemas de pagos, dijo, han sido una herramienta clave para mitigar los efectos de la pandemia y evitar una paralización mayor en muchas actividades. Además, fue especialmente útil en las transacciones de las pequeñas y medianas empresas y los hogares.

"En el ámbito de los servicios financieros y los sistemas de pagos, la tecnología ha posibilitado que, a pesar de la pandemia, muchas personas sigan realizando sus operaciones de manera remota, eficiente y segura. Sin embargo, quien no dispone de dichos medios remotos ha enfrentado restricciones importantes en sus actividades. Por ello, el acceso a servicios financieros por medios digitales se ha convertido en un imperativo de política pública para todas las autoridades financieras", añadió.

Una de las nuevas aplicaciones tecnológicas para pagos digitales, es la plataforma denominada Cobro Digital (CoDi), que utiliza la infraestructura del SPEI, en donde a la fecha existen más de 8 millones de cuentas validadas para realizar pagos.

Ahora, reconoció, el reto es que la banca oriente sus esfuerzos a un mayor uso de las redes de pago que ofrecen los mayores beneficios para sus usuarios y que también pueden tener un impacto decisivo en la inclusión financiera, y llegar a más de 40 millones de mexicanos que tienen un teléfono inteligente y no cuentan con servicios bancarios.

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