Economía

COVID-19 desencadena bonos para pandemia por 133 millones de dólares

AIR ha compilado su llamado informe de eventos elegibles, en el que recomienda una eliminación total de los 95 millones de dólares del tramo más riesgoso de los bonos, señalaron fuentes consultadas por Bloomberg.

El brote de coronavirus ahora es lo suficientemente grave como para desencadenar instrumentos financieros emitidos por el Banco Mundial para proporcionar fondos de emergencia a los países pobres en una pandemia, decidió un árbitro independiente este viernes.

AIR Worldwide Corporation, con sede en Boston, dictaminó que casi 133 millones de dólares de dos tramos de los bonos se trasladarán al Mecanismo de Financiamiento de Emergencia para Pandemias del Banco Mundial el 15 de mayo, lo que causará pérdidas a los inversionistas, según dos tenedores de bonos que pidieron no ser nombrados por tratarse de información no pública.

AIR ha compilado su llamado informe de eventos elegibles, en el que recomienda una eliminación total de los 95 millones de dólares del tramo más riesgoso de los bonos y una amortización de 37.5 millones de dólares en los 225 millones de dólares más seguros de la nota, según estas personas. Las determinaciones son definitivas y vinculantes para el Banco Mundial y los inversionistas.

Funcionarios de la institución no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios sobre el informe. Una portavoz de AIR declinó hacer comentarios.

Los inversionistas han estado recibiendo cupones de 6.5 por ciento sobre Libor a seis meses en el tramo seguro y 11.1 por ciento sobre Libor en las notas de riesgo desde que se emitieron los bonos en julio de 2017.

Esta decisión pone fin a meses de especulación sobre si los tenedores de bonos finalmente recibirán un golpe para liberar efectivo hacia los sistemas de salud en dificultades.

Los bonos han suscitado críticas por su estructura arcana y un proceso rígido que significa que los fondos no se liberarán hasta 136 días después del inicio del brote de coronavirus.

La decisión llega una semana después del último informe de AIR, el cual dictaminó que el brote de COVID-19 aún no alcanzaba la "tasa de crecimiento exponencial" necesaria para provocar pérdidas para los tenedores de bonos. Los precios de los bonos en el mercado secundario apenas se movieron después de ese informe, ya que los inversionistas aún consideraban inminente una depreciación.

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