El sector de las energías renovables no saldrá exento de los efectos originados por la pandemia del nuevo coronavirus.
El número de nuevas instalaciones de energía renovable a nivel mundial tendrá su primera caída en 20 años, resultado de la crisis sin precedentes originada por el COVID-19, según un reporte publicado este miércoles por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
La disminución se dará como efecto de retrasos en la construcción de las centrales eléctricas, las medidas de distanciamiento social y desafíos relacionados con su financiamiento, sobre todo en países emergentes.
"A comienzos de este año, las energías renovables en varios mercados ya enfrentaban desafíos relacionados con el financiamiento, la incertidumbre política y la integración de la red. COVID-19 ahora está intensificando estas preocupaciones", indicó el organismo con sede en París y que se creó tras la crisis del petróleo en 1973.
Para este año, la IEA pronostica una disminución de 13 por ciento en la instalación y puesta en marcha de nuevas centrales, en comparación con la cifra de 2019. A pesar de esto, las nuevas plantas sumarán un 6 por ciento a la capacidad mundial de energía renovable ya instalada.
El organismo afirmó que en 2021 y 2022 las renovables podrán retomar el ritmo de crecimiento de años anteriores.
Aunque la IEA tiene una panorama optimista para el sector, señaló que en los siguientes años su crecimiento será hasta 10 por ciento menor al esperado. En sus pronósticos publicados en 2019 afirmaban que la capacidad instalada de energía renovable aumentaría un 50 por ciento entre 2020 y 2024, liderada por la generación solar.
La mayor incertidumbre, dijo, se encuentra en los proyectos que debían lograr un cierre de financiamiento durante este año.
"Los gobiernos tienen la oportunidad de revertir esta tendencia al hacer que la inversión en energías renovables sea una parte clave de los paquetes de estímulo diseñados para revitalizar sus economías.
"Esto ofrece la posibilidad de aprovechar los beneficios estructurales que pueden aportar energías renovables cada vez más asequibles, incluidas las oportunidades para crear empleos y desarrollo económico, al tiempo que se reducen las emisiones y se fomenta la innovación", apuntó.
En México, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), para 2020 se tiene planeado la entrada de 17 proyectos eólicos y solares al sistema eléctrico nacional y 11 durante en 2021.
Sin embargo, la entrada en operación de estos proyectos se encuentra en duda debido a los lineamientos publicados el 29 de abril pasado por el Cenace.