Rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex) podría costar hasta 12 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
En un análisis, el organismo destacó que la situación de Pemex es insostenible sin el apoyo del Gobierno.
"La empresa requiere de este (Gobierno) para no incumplir en sus obligaciones financieras y tener viabilidad. El apoyo puede venir por distintas vías como un menor cobro de impuestos o transferencias fiscales", señaló.
La Fundef planteó tres alternativas para que el Gobierno apoye a Pemex:
1. La primera es una reestructuración profunda que separe el segmento de exploración del resto de la empresa. Bajo esta opción la administración federal asumiría el pasivo laboral y parte de la deuda financiera de la petrolera.
El costo de este saneamiento sería de entre 10 a 12 puntos del PIB y se tendrían que asumir los pasivos en el corto plazo, según indicó Fundef.
2. Otra alternativa es que el Gobierno cubra las pérdidas de operación de tal forma que la petrolera no incumpla con sus obligaciones financieras. Sin embargo, esta decisión tendría un costo de 2 a 3 puntos del PIB, que el gobierno tendría que financiar en los próximos cinco años.
3. La tercera opción es que el Gobierno otorgue apoyo a Pemex para mantener un nivel adecuado de inversión, lo que tendría un costo estimado de 4 a 6 puntos del PIB al financiarse los próximos cinco años también.
En el documento 'Análisis financiero del evolución de Pemex 2009-2019. Evaluación de la posibilidad de un impacto sistémico en México', la Fundef comentó que el deterioro financiero de la petrolera ha sido gradual durante más de una década y se explica por diversas variables operativas.
Detalló que al cierre del 2019 Pemex tenía un capital negativo mayor a 10 puntos del PIB, lo que ubica a la empresa en una situación de vulnerabilidad y evidencia que requiere apoyo del Gobierno.
A su vez, agregó que un mal desempeño de Pemex puede tener efectos negativos para la economía de México.
"Pemex tiene problemas operativos muy graves como la caída sostenida en la producción de petróleo, un entorno de precios no tan favorable desde el 2014 y un bajo uso de su capacidad instalada en el segmento industrial", indicó el organismo perteneciente al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
"Pemex tiene un problema financiero estructural que es un reflejo de los problemas en la parte operativa. Adicional a una mala evolución de los ingresos, se suma el aumento en los costos operativos, lo que la ha llevado a tener un menor flujo de operación. La problemática financiera se potencia porque el Gobierno le ha quitado vía impuestos casi todo el flujo que genera", menciona el análisis.
Se plantea que las consecuencias son las pérdidas, y que hay un problema adicional: que para financiar la inversión de Pemex se tuvo que recurrir a deuda financiera debido a que no le quedaba flujo operativo.
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