Economía

Depreciación del peso puede disparar inflación, alerta Banxico

Una mayor depreciación del peso frente al dólar es factible, indicó Manuel Sánchez, vicegobernador del Banco de México, quien advirtió que esto podría terminar contaminando la inflación y llevar al banco central a un nuevo aumento en las tasas de interés.

El vicegobernador del Banco de México, Manuel Sánchez, declaró estar preocupado por los riesgos que traería una mayor depreciación del peso, lo que podría disparar la inflación y estimular a los responsables de la política monetaria a aumentar de nuevo la tasa de interés clave.

Mientras que la moneda del país ha subido 5.6 por ciento en las tres semanas desde que el banco central elevó de manera inesperada su tasa clave entre las reuniones programadas, no hay garantía de que los factores globales, incluyendo las preocupaciones sobre China no espolearán una caída renovada, enfatizó Sánchez este martes.

Los responsables de la política monetaria podrían subir la tasa clave incluso sin el incremento de la Reserva Federal, dijo Sánchez, uno de los cinco miembros de la junta que vota en el banco central sobre este tema.

Indicó que las decisiones extraordinarias, como la del mes pasado para ajustar las tasas de interés fuera de la agenda regular, no deberían convertirse en la norma, ya que son una opción cuando la situación es urgente.

"A pesar de que algunos modelos pueden decir que el peso está subvaluado, esto no me da a mí personalmente ninguna seguridad de que se va a reforzar en los próximos meses. Hay un riesgo de una mayor depreciación del peso frente al dólar que podría terminar contaminando la inflación", precisó el vicegobernador de Banxico.

El banco central, dirigido por Agustín Carstens, sorprendió a los inversores el pasado 17 de febrero al elevar la tasa de interés de referencia de México en medio punto hasta el 3.75 por ciento, e introduciendo ventas de dólares discrecionales en un esfuerzo por evitar un aumento de las expectativas de inflación derivadas de un peso débil. Estos movimientos fueron coordinados con la decisión de la administración del presidente Enrique Peña Nieto de recortar el gasto público.

Antes del cierre, el peso mexicano caía 1 por ciento a 17.9224 por dólar. La divisa cayó a un mínimo récord el mes pasado antes del anuncio del incremento de las tasas, entre la caída de los precios del petróleo y las preocupaciones sobre el crecimiento global.

La inflación se desaceleró a 2.13 por ciento en diciembre -un nivel visto por última vez a finales de la década de 1960- después de que el gobierno decidiera poner fin a los incrementos mensuales al precio de las gasolinas y se deshiciera de las tarifas en las llamadas de larga distancia.

Aunque el ritmo del aumento de los precios al consumidor se aceleró a 2.61 por ciento en enero, éste se mantiene por debajo de 3 por ciento de la meta del Banco de México. Asimismo, sus directivos comentaron que estiman que la inflación se ubique ligeramente por encima de su objetivo en el segundo y tercer trimestre del año.

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