Millones de mexicanos han sido afectados en sus ingresos por la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus, sin embargo, los más vulnerables son quienes quedaron desempleados y en mayo sobrevivieron con 3 mil 281 pesos mensuales, reveló la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19).
La ENCOVID-19, realizada por la Universidad Iberoamericana, a través del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), indicó que 65.1 por ciento de los hogares declararon ver reducidos sus ingresos desde el inicio de la cuarentena, mientras que uno de cada tres hogares reportó una reducción de 50 por ciento o más de sus ingresos.
De forma particular en mayo, segundo mes en el que se publicó la encuesta, el deterioro del empleo en el contexto de la pandemia de COVID-19 continuó, lo que resultó en 8.4 millones de personas desempleadas, "descansadas" sin goce de sueldo, o sin poder salir a buscar trabajo por la contingencia.
Durante la presentación de la encuesta, Graciela Teruel, encargada de la ENCOVID-19 y exconsejera académica del Coneval, alertó sobre que los datos de ingresos muestran diferencias profundas entre la población que conservó o no su empleo.
Los resultados arrojaron que en mayo el ingreso laboral mensual promedio de las personas desempleadas fue de 3 mil 281 pesos, que resultó 50 por ciento inferior respecto del ingreso de quienes mantuvieron su empleo, que fue de 7 mil 264 pesos.
"Esto sugiere que la mayoría de quienes perdieron su empleo tenían baja remuneración, quizá por representar un menor costo de despido", mencionó la investigadora.
Al observar los ingresos de los desocupados y ocupados por sectores, las diferencias son pronunciadas sobre todo en el sector formal.
La encuesta indicó que los ocupados en el sector formal reportaron ingresos promedio de 10 mil 27 pesos, en contraste, los desempleados en el mismo sector registraron ingresos promedio de 4 mil 353 pesos.
En el sector informal, los ocupados tuvieron un ingreso laboral promedio de 4 mil 720 pesos y los desempleados de la informalidad tuvieron ingresos por 2 mil 681 pesos.
En este contexto, la ENCOVID-19 mostró que los hogares que reportaron no poder guardar la cuarentena lo hicieron por la necesidad de salir a trabajar o buscar trabajo; de hecho, 47 por ciento de los hogares que no tenían recursos para sobrellevar la cuarentena reportaron requerir 5 mil pesos mensuales o menos para quedarse en casa.
Teruel concluyó que "el aumento de desempleo, la reducción de ingresos y aumento en la inseguridad alimentaria pueden ocasionar repuntes importantes en niveles de pobreza, entonces, esto es un foco rojo, rojísimo, y esto es importante porque los que más sufren son los pobres".
Gonzalo Hernández Licona, director de la Red de Pobreza Multidimensional y exsecretario ejecutivo de Coneval, advirtió que "en este periodo nos estamos haciendo más pobres, va a aumentar la desigualdad y quien más está perdiendo es la población informal, la que menos tiene capacidad, está perdiendo el trabajador y vamos a perder la capacidad de generación de ingreso y de valor agregado".
Enrique Cárdenas, director de la organización Signos Vitales, consideró que "se están materializando muchos de los temores que se han venido mencionando para el mercado laboral y la economía. Estos resultados de ingresos y empleos lo que reflejan es una mucho menor actividad económica", explicó.
Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, apuntó que "si bien uno de cada cuatro hogares tiene algún apoyo del gobierno por programas sociales, no quiere decir que ese apoyo compense el ingreso laboral, pues la gente requiere al menos 5 mil pesos, de acuerdo con la ENCOVID, por lo que una beca de 800 pesos se queda muy lejos".