La oportunidad de diferir el pago de las cuotas obrero-patronales hasta en 48 meses, con una menor tasa de interés de la normal, es un avance para intentar preservar el empleo ante la crisis por COVID-19, pero es insuficiente, señalaron líderes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
"Definitivamente es un avance aunque insuficiente", dijo Enoch Castellanos, presidente de los industriales de la transformación, y detalló que el acuerdo se dio gracias a la participación del sector privado en el consejo del IMSS, al ser éste un organismo tripartita.
El IMSS anunció la noche del lunes que permitirá a los patrones diferir los pagos de las cuotas obrero-patronales hasta en 48 meses. Para ello, los patrones deberán cubrir un importe inicial del 20 por ciento de la cuota patronal y el 100 por ciento de la obrera, mientras que el resto lo podrán pagar hasta en 48 meses con una tasa de interés mensual de entre 1.26 por ciento y 1.82 por ciento, dependiendo del plazo elegido, 12, 24 o 48 meses.
"Es una buena medida, ayuda", dijo Gustavo De Hoyos, presidente de la Coparmex pero reiteró que no es suficiente para preservar la estabilidad del empleo.
"Seguimos requiriendo un plan de contingencia económico adecuado al escenario desolador que se avecina", expuso en un posicionamiento enviado por la confederación.
Si bien reconocen que México no está en posibilidad de implementar un programa económico de la magnitud de países como Estados Unidos, de más de 2 billones de dólares destinados a medidas fiscales, equivalente al 85 por ciento de la economía mexicana; lo que sí puede hacer el Gobierno federal es acelerar la devolución del IVA a no más de 20 días, así como ampliar y agilizar la disponibilidad de financiamiento de créditos con la banca de desarrollo.
"Vemos como positivo, pero incompleto, el anuncio del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), respecto a diferir el pago de cuotas obrero-patronales por parte de las empresas", señaló en un comunicado.
Precisó en el documento que esta medida estaba ya contemplada en la Ley del Seguro Social, donde se dice que aun cuando un patrón deje de pagar las cuotas obrero-patronales, el interés es del orden del 2.8 por ciento mensual, es decir, el único beneficio del nuevo anuncio del IMSS es fijar una tasa de interés más baja.
"Atendiendo a la debilidad financiera que están sufriendo la gran mayoría de las empresas, lo adecuado hubiese sido establecer una tasa del 0 por ciento de interés en el pago de dichas contribuciones, como ya se ha hecho en los programas de rescate o contra cíclicos de diversos países", apuntó el organismo.
Además de diferir los pagos de servicios prestados por el Estado y los pagos provisionales del ISR. También se debe deducir las prestaciones laborales al 100 por ciento, y poner en marcha de un programa amplio de infraestructura con fondos públicos y privados.