Los crecientes flujos de remesas hacia el país en los últimos años, que se han magnificado por la depreciación del peso, han contribuido a disminuir los niveles de pobreza en los hogares que reciben estos recursos, aseguró el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).
En promedio, las familias reciben al mes 336 dólares, unos 6 mil 335 pesos, que representan el 12.5 por ciento de las remuneraciones de los mexicanos que laboran en Estados Unidos, de 2 mil 691 dólares en promedio, poco más de 50 mil pesos mensuales.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015 revelan que unos 6.5 millones de adultos se benefician de estos envíos. El principal destino de las remesas, el 83 por ciento del total, es para la manutención de las familias, destaca el estudio del CEMLA.
En su reporte, "Migración Internacional, remesas e inclusión financiera, el caso de México", el organismo destacó que los recursos de los envíos resultaron significativamente mayores al medirlos en pesos, lo que ha permitido mejorar de forma importante los niveles de vida de muchos hogares.
"Contribuyeron al financiamiento de su gasto de consumo, educación, salud, vivienda y en algunos casos también de negocios familiares", señala el informe.
El aumento de las remesas en dólares fue de 4.8 por ciento en 2015, pero de 21.8 por ciento en pesos constantes. En el primer semestre del presente año el crecimiento anual en dólares fue de 8.9 por ciento contra 26.8 por ciento en pesos.
"Esto representa un factor muy positivo que ha favorecido el consumo de los hogares receptores", mencionó a El Financiero Jesús Cervantes, gerente de Estadísticas Económicas y Foro de Remesas de América Latina y el Caribe del CEMLA.
Detalló que en el primer semestre de 2016 en nueve estados del país el aumento del ingreso por remesas medido en pesos constantes superó a 30 por ciento y en el Distrito Federal dicho incremento fue muy elevado, al alcanzar 45.9 por ciento.
"Un crecimiento positivo y significativo de las remesas medidas en dólares y, por otro, la depreciación del tipo de cambio del peso mexicano con relación al dólar, y dado que la inflación se ha mantenido muy baja, ha implicado que los dólares que mandan los migrantes mexicanos en Estados Unidos han aumentado de manera muy importante su poder de compra en pesos en México", destacó.
VAN POR NUEVO RÉCORD
En los últimos doce meses que concluyeron en junio el país captó 25 mil 864 millones de dólares en remesas y Cervantes prevé que en julio o agosto dichos flujos superarán el máximo histórico de 26 mil 59 millones de dólares reportado a finales de 2007.
El ingreso por remesas es reducido con relación al tamaño de la economía, al resultar equivalente en 2015 a 2.2 por ciento del PIB, pero alcanza una mayor penetración en estados como Guanajuato, Michoacán, Oaxaca y Guerrero, donde representan 13.9, 9.9, 7.4 y 6.9 por ciento, respectivamente.
El estudio es el primero en su tipo sobre el fenómeno de la migración, las remesas y la inclusión financiera y fue elaborado por Salvador Bonilla, subgerente de Estadísticas Económicas del CEMLA.
En él se destaca que las remesas son la principal fuente de ingresos para el 27 por ciento de los hogares receptores y son muy importantes para el 41 por ciento.
27% EMIGRAN CON TRABAJO
El reporte señala que se tiene la percepción que los flujos migratorios internacionales obedecen en buena medida a la falta de oportunidades de trabajo en los países de origen de los migrantes.
En el caso de México, otro factor detrás de estos flujos tiene que ver con la búsqueda de mejores condiciones de trabajo.
Así lo sugiere el hecho de que el 27 por ciento de las migrantes indicó que tenían trabajo cuando decidieron irse a vivir al extranjero.
Los resultados se derivan de una encuesta realizada a 12 mil 960 personas residentes en Estados Unidos que señalaron que envían remesas a México.
El 30 por ciento del total indicaron residir en California; 27 por ciento en Texas y 5.8 por ciento en Illinois. Su ingreso promedio mensual fue de 2 mil 691 dólares y la cifra más elevada fue de los que trabajan como profesionales, con 4 mil 574 dólares.