Al menos 45 días de producción se perderán en la refinería con mayor producción del país, Salina Cruz, toda vez que el incendio suscitado el 14 de junio llevará a Pemex a reactivar las operaciones hasta el próximo 30 de julio.
Esta planta Antonio Dovalí Jaime, en Oaxaca, produjo el 25 por ciento de las gasolinas del país en lo que va del año, en promedio, o 77 mil barriles diarios, por lo que expertos ya prevén un importante incremento en la importación de gasolinas.
El último reporte de Pemex al cierre de mayo muestra que se importó el 60 por ciento de la demanda de gasolinas del país toda vez que se vendieron 809 mil barriles diarios (mbd) en mayo y se trajeron 493 mbd del extranjero.
En el último año el promedio de importación ha sido de 65 por ciento del total de la demanda.
De acuerdo con cálculos propios, de sumarse la producción de Salina Cruz de manera integra a lo traído del extranjero, el nivel de importación de México llegaría al 75 por ciento de manera temporal.
"México es un país deficitario de petrolíferos y forzosamente lo que se deje de producir se va a tener que importar y se va a importar la producción que se pierda de Salina Cruz", dijo Fermín Narváez, exgerente de la refinería de Cadereyta.
PÉRDIDAS SERÍAN DE 8 mil MDP
Para Ramsés Pech, analista de Caravia y Asociados, se trata de una pérdida millonaria, pues todo lo que deje de producir en efecto lo tendrán que comprar.
"Eso sin contar los costos de reparación, de mantenimiento, de arreglar la refinería, que no sé si tengan ese dinero en el presupuesto de mantenimiento de Pemex", dijo.
La mengua, sólo de gasolina, sería de 77 mil barriles diarios, que equivalen a 550 millones de litros en los 45 días. A un precio promedio de 15 pesos se trataría de una pérdida estimada de alrededor de 8 mil 250 millones pesos.
Desde hoy se permitirá que las gasolinas en México tengan 10 por ciento de etanol, y es la misma proporción con la que se cuenta en EU, por lo que la petrolera ya no tendrá que realizar mezclas adicionales a lo traído de ese país, lo que facilitará la importación del combustible.
Pero el reto no está sólo en traer la gasolina de EU, sino que habrá que llevarla al sur del país donde la infraestructura de ductos es poca y la mayoría de la distribución se hace por pipa.