Tras 17 años operando en mercados latinoamericanos como parte de JPMorgan Chase, Giovani Silva pondrá en marcha su propio fondo de cobertura y considera comenzar con una apuesta contra el peso mexicano.
BlueLine Asset Management, que planea presentar su primer fondo a fines de mayo, tendrá un equipo de 20 personas en Sao Paulo que apostará en las mayores economías de América Latina. Para el comienzo, Silva observa el crecimiento decepcionante en México y prevé adoptar una posición corta sobre el peso y recibir tasas. También estudia las acciones brasileñas para identificar aquellas con más probabilidades de beneficiarse con los esfuerzos del Gobierno orientados a apuntalar sus cuentas fiscales.
"Nuestro objetivo es operar en todos los mercados latinoamericanos sin perder foco en Brasil", comentó Silva en una entrevista en la oficina de BlueLine en Faria Lima, donde tiene como vecino a la unidad local de Pacific Investment Management.
BlueLine es parte de un grupo de nuevos fondos de cobertura brasileños puestos en marcha por administradores de fondos que dejaron grandes bancos para ofrecer sus propios servicios, buscando atender a inversores minoristas en busca de mejores rendimientos.
Los fondos multimercados, como se les conoce en Brasil, se encaminan a un cuarto año consecutivo de ingresos de capital, impulsados por nuevos participantes como Legacy Capital, con un equipo de exejecutivos de Banco Santander Brasil, y Vinland Capital, fundada por exsocios de Banco BTG Pactual y Goldman Sachs.
Silva, exdirector de mercados para América Latina de JPMorgan, señaló que Blueline tiene estructura establecida para administrar hasta 3 mil 500 millones de reales (900 millones de dólares) en activos, aunque declinó estimar cuánto tendría inicialmente el fondo. Legacy, que debutó el año pasado, gestiona 3 mil millones de reales, mientras que Vinland tiene alrededor de mil 100 millones de reales.
Fabio Akira Hashizume, otro veterano de JPMorgan, dirigirá el departamento de investigación de BlueLine. Entre los demás socios figura Luciano Brandao, exjefe de la oficina de acciones de Santander, quien manejará renta variable, y Alysson Lima, ex del Santander que será responsable del tipo de cambio. Guilherme Jardim, quien trabajó en el Banco Bocom BBM de Brasil, será el director de operaciones de la firma.
Mientras Silva busca oportunidades de inversión en America Latina, México parece una buena apuesta por su crecimiento económico más lento que lo previsto, el deterioro de las finanzas para Petróleos Mexicanos (Pemex) que motivó una reciente rebaja calificatoria y una falta de claridad sobre las perspectivas del tratado México-Estados Unidos-Canadá que reemplazará al TLCAN. Planea realizar operaciones que se beneficiarían de la disminución de la tasa de interés y el debilitamiento del peso frente al dólar.
En Brasil, la prioridad de Silva ha sido medir cuánto apoyo político puede reunir el presidente Jair Bolsonaro para una agenda económica ambiciosa, comenzando con la modificación del sistema de pensiones del país. Argumenta que Brasil podría estar al borde de una nueva era próspera con las reformas, pero advierte que ese timing incierto trae consigo volatilidad. Espera que la ley de pensiones sea aprobada en la segunda mitad de este año, pero no descarta un retraso hasta 2020.
Silva espera que las acciones brasileñas se beneficien gracias a una mayor confianza en la economía nacional, "aunque no se puede apostar todo ahora", aclaró. Silva ve margen para la apreciación del real y se abstiente de apostar por una disminución de la tasa de interés, ya que proyecta una recuperación de la actividad económica.
El administrador de fondos también observa a Argentina, esperando que surjan oportunidades de inversión una vez que desaparezca la preocupación de que Cristina Fernández de Kirchner pueda recuperar la presidencia en las elecciones de octubre.
"El final de esa historia podría ser positivo, pero aún no es el momento de hacer esa apuesta", afirmó.