COPA MUNDIAL
La FIFA eligió la semana pasada la candidatura conjunta de México, Estados Unidos y Canadá como sede del Mundial de Futbol que se celebrará en 2026. Sin embargo, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) considera que hay más perjuicios que beneficios en los países que organizan este evento, y más cuando tienen una escasa infraestructura.
A diferencia de las copas mundiales previas, en las que se gastaron millones de dólares en infraestructura deportiva, en Canadá, Estados Unidos y México los estadios ya están construidos y sólo se tendrían que realizar ajustes menores. Se espera que Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México sean sede de los 10 juegos que se realizarán en México.
FOCOS
Beneficios económicos. De acuerdo con el WEF, hay un consenso entre los economistas de que organizar una Copa Mundial no vale la pena en inversión.
Otras ganancias. Para el organismo, los países anfitriones experimentan un aumento en su comercio y en su mercado accionario, y además el torneo genera beneficios sociales.
Organizar una Copa del Mundo puede impulsar la economía de un país atrayendo turistas, iniciando importantes proyectos de infraestructura y mostrando a los países y ciudades como buenos lugares para hacer negocios, consideró el WEF. El evento puede estimular la economía, propiciar proyectos de largo alcance y acelerar la finalización de los proyectos de infraestructura, agregó el organismo.
Otras de las mejoras que se deberían realizar y que beneficiarían a los mexicanos incluso después del Mundial es el reacondicionamiento de vialidades, autopistas y transporte público, así como una mayor infraestructura en telecomunicaciones, agua potable, servicios de recolección de basura y servicios de banca.