La economía mundial se contraerá 5.2 por ciento este año debido al impacto generalizado de la pandemia del COVID-19, la más profunda recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y será la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarán una disminución del ingreso per cápita, arrojando a millones a la pobreza, alertó el Banco Mundial.
"Los países experimentando contracciones en su ingreso per cápita alcanzarán su mayor nivel desde 1870, a pesar de un apoyo de políticas sin precedentes", señaló en su informe Perspectivas Económicas Mundiales de junio en el que añade que la disminución prevista en los ingresos per cápita de un 3.6 por ciento empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año.
"Las perspectivas dan mucho que pensar, es probable que la crisis deje cicatrices difíciles de borrar y que plantee complejos desafíos mundiales", señaló Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidenta de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial.
"Nuestra primera prioridad es abordar la emergencia mundial en materia sanitaria y económica. Más allá de eso, la comunidad mundial debe unirse para lograr una recuperación lo más sólida posible e impedir que más personas caigan en la pobreza y el desempleo", recomendó en el informe presentado desde Washington.
El organismo ajustó a la baja los pronósticos para el PIB mundial en 7.7 puntos porcentuales desde sus proyecciones de enero cuando esperaba un repunte de la economía mundial de 2.5 por ciento en un escenario con brotes del COVID-19 apenas expandiéndose en Asia.
Aún con alta incertidumbre, hacia el 2021 prevé una recuperación de 4.2 por ciento en el PIB mundial, una mejora en los estimados de 1.6 por ciento respecto a su anterior edición del reporte que publica dos veces al año.
PIB de economías avanzadas se contraerá 7%
A raíz de las graves distorsiones a la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, se prevé que la actividad económica de los países desarrollados se contraiga 7 por ciento en 2020. Además, se espera que los mercados emergentes y economías en desarrollo se contraigan 2.5 por ciento este año, su primera contracción como grupo en al menos 60 años.
"No existen registros de correcciones a la baja tan súbitas y drásticas de los pronósticos de crecimiento mundial como las que se han visto en la época actual. Si el pasado sirve como referencia, los pronósticos podrían empeorar aún más, lo que implica que los encargados de formular políticas deben prepararse para la posibilidad de tener que adoptar medidas adicionales para apoyar la actividad", alertó AyhanKose, director del Grupo de Perspectivas del organismo.
Se prevé que la economía de Estados Unidos se contraiga 6.1 por ciento este año por las perturbaciones vinculadas con las medidas para controlar la pandemia; en la Zona Euro se estima una caída de 9.1 por ciento en 2020 debido a las graves repercusiones que los brotes generalizados tuvieron sobre la actividad; y en Japón se prevé una contracción de 6.1 por ciento.
La economía de China alcanzaría un repunte de 1 por ciento en su PIB, una reducción del pronóstico desde el 5.9 por ciento previsto en enero y en India se espera una caída de 3.2 por ciento. En Rusia y Brasil los estimados son contracciones de 6 y 8 por ciento, respectivamente; y Argentina de 7.3 por ciento.
Los efectos están siendo particularmente profundos en los países más afectados por la pandemia y en aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo. Los mercados emergentes y economías en desarrollo enfrentan vulnerabilidades que se ven agravadas por las crisis externas y en donde la suspensión de las clases y las dificultades de acceso a servicios primarios de atención de salud probablemente tengan repercusiones a largo plazo sobre el desarrollo del capital humano, mencionó el informe.
Dado que la incertidumbre en torno a los pronósticos del escenario base es excepcionalmente alta, los escenarios alternativos ayudan a ilustrar el rango de resultados de crecimiento global plausibles a corto plazo, expuso el Banco Mundial. Su escenario a la baja considera una caída del PIB global de 8 por ciento, en tanto que el escenario al alza contempla una contracción cercana al 4 por ciento, más del doble de la recesión mundial de 2009.
México se contraerá 7.5%
Para México, el Banco Mundial estima una contracción en la economía de 7.5 por ciento, con una recuperación de 3 por ciento en 2021.
"La economía de México, golpeada por condiciones financieras más difíciles, el derrumbe en los precios del petróleo, la paralización del turismo y las restricciones en la movilidad, se encuentra en vías de contraerse un 7.5 por ciento en 2020 y podrá alcanzar una recuperación de 3.0 por ciento en 2021", señaló el organismo.
Así, ajustó a la baja los pronósticos para México en 8.7 puntos, desde su estimado de crecimiento de 1.2 por ciento para 2020 y para el 2021 lo mejoró en 1.2 puntos, respecto al estimado hecho a principios de enero, de 1.8 por ciento.
Latam en la lona
La contracción de las economías en Latinoamérica llevará a una caída del PIB regional de 7.2 por ciento en 2020, lo que constituirá una recesión mucho más profunda que las causadas por la crisis financiera mundial de 2008, y la crisis de la deuda latinoamericana de la década de 1980, señaló el Banco Mundial.
"La recesión prolongará una década de crecimiento decepcionante para los mercados emergentes y economías en desarrollo", expuso.
Prevé que la actividad económica caerá a su punto más bajo durante el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación se encuentren en sus niveles más altos.
En este contexto, la normalización de las condiciones internas y mundiales permitiría que el crecimiento regional se recupere al 2.8 por ciento durante 2021.
"Los riesgos que enfrentan las perspectivas para la región son claramente desfavorables. Los brotes del virus en las grandes economías de la región podrían tener un efecto derrame, y una segunda ola de la pandemia en las economías avanzadas tendría repercusiones negativas en la región", alertó el organismo.
Indicó que altos niveles de informalidad limitarán el alcance de los esfuerzos de asistencia social que buscan aminorar el impacto económico de la pandemia, lo que pondrá en riesgo los avances alcanzados en la región en alivio de la pobreza y de la desigualdad, además de que los efectos negativos sobre el ingreso podrían reactivar la ola de malestar social que se vive.