A medida que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) propuesto por el presidente Donald Trump se dirige hacia la aprobación, políticos y sector privado aumentan su presión sobre el Congreso para que lo ratifique.
De acuerdo con medios estadounidenses, la Asociación Nacional de Fabricantes planea 'bombardear' a los legisladores con mensajes que respalden el acuerdo.
Por su parte, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha dicho que la investigación de destitución pública sobre Trump no afectará la aprobación del T-MEC.
Sin embargo, la Cámara tiene al menos otra distracción: las elecciones presidenciales del próximo, ya que amenazan con devorar gran parte de la atención de Washington.
En este contexto, el acuerdo tendría que avanzar en unas semanas porque "va a ser muy difícil en 2020, como con cualquier elección, aprobar una legislación importante a medida que las primarias comiencen a calentarse", dijo Jason Marczak, director de Adrienne Arsht América Latina del Consejo Atlántico a la cadena de noticias CNBC.
Así, los demócratas quieren demostrar que pueden legislar a pesar de la investigación de juicio político en contra de Trump.
El camino a seguir para que el acuerdo comercial más importante de la región pueda ser aprobado, es que una vez que los demócratas y la administración Trump acuerden la estructura de un acuerdo, la Casa Blanca tendrá que presentar la legislación que lo ratifique.
Después, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara tendría hasta 45 días para informarlo a la Cámara en pleno. La cámara tendría hasta 15 días para pasarla; de acuerdo con los optimistas, todo esto tendría que suceder en 2019.