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El cierre de 2018 no fue alentador para las empresas constructoras del país, ya que durante diciembre registraron una caída en su valor de producción de 6.5 por ciento, lo que representó su mayor contracción desde octubre de 2013, fecha en la que se registró una reducción de 9.2 por ciento anual, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el órgano estadístico, se conoce como valor de producción a todas las actividades ejecutados por el sector de la construcción y que generan valor, como casas, edificios, estadios, presas, pozos petroleros, entre otros.
Al interior, se pudo observar que la mayor caída la registró el área especializada en construir transporte y urbanización, al reportar un retroceso de 14.6 por ciento a tasa anualizada, su mayor caída en 28 meses.
El apartado denominado otras construcciones (instalaciones, montajes, trabajos de albañilería, entre otros trabajos auxiliares), mostró una caída de 7.6 por ciento, mientras que las construcciones ligadas a la industria del petróleo y petroquímica se redujeron en 7 por ciento.
El gran pilar de la construcción, la edificación, arrojó una disminución de 4.1 por ciento, por lo que se ubicó en su menor nivel en los últimos 16 meses.
A su vez, la construcción de proyectos de electricidad y telecomunicaciones disminuyó 1.6 por ciento en su valor de producción, mientras que el área especializada en agua, riego y saneamiento fue la única que piso terreno positivo durante diciembre, al crecer 9 por ciento a tasa anualizada.
El cierre de año también aportó una disminución en un par de indicadores más, por una parte, el personal ocupado del sector de la construcción cayó 5.1 por ciento, no se había visto una reducción de la plantilla laboral tan alta desde mayo de 2016, este efecto desencadenó que las horas trabajadas también se redujeran en 6.5 por ciento en comparación de diciembre de 2017.
En contraste, las remuneraciones pagadas a los empleados que se desempeñan en el sector de la construcción mostraron un avance de 0.8 por ciento anual, aunque de manera desagregada, el salario pagado a obreros apenas se elevó en 0.1 por ciento, mientras que el sueldo pagado a empleados cayo en 0.5 por ciento anual.
De manera acumulada, el valor de la producción del sector de la construcción cayó 0.3 por ciento durante 2018, ya que tanto la edificación como los trabajos especializados para la construcción se redujeron en 0.2 y 3 por ciento, respectivamente.
Únicamente la construcción de obras de ingeniería civil mostró un 'ligero respiro' al aumentar su valor de producción en 0.3 por ciento durante 2018.
Jorge Yarza, socio de banca e inversión inmobiliaria de Deloitte México, consideró que 2019 será un año de acomodos para el desarrollo de infraestructura, mientras que para el sector inmobiliario será un año de oportunidades.
"Pero hay aclarar las reglas del juego y generar certidumbre en el sector, la expectativa para 2019 es que haya presiones inflacionarias sobre los insumos de la construcción, la edificación y diversos productos inmobiliarios, incluso ubicados por arriba de la inflación nacional", dijo.