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Los funcionarios de la administración Trump tienen en la mira destinar hasta un nuevo billón de dólares en la próxima ronda de estímulos económicos que preparan, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
Es poco probable que se tome una decisión al respecto hasta al menos en julio próximo.
Si bien los funcionarios coincidieron en ese límite después de que el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, les dijera que el proyecto de ley podría acercarse a un billón, el presidente Donald Trump no ha tomado una decisión final.
El mandatario ha dicho que quiere incluir un paquete de infraestructura y otras medidas en el próximo estímulo que impulsaría el gasto más allá de esa cantidad.
McConnell ha dicho que no hay planes para hacer un proyecto de ley del estímulo antes del receso de dos semanas del próximo 3 de julio, lo que dejaría acciones sobre esa iniciativa hasta después del 20 de julio.
La administración y los legisladores están bajo presión para impulsar la economía, que se vio afectada por las medidas adoptadas para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Más de 40 millones de personas han perdido sus empleos desde que los estados comenzaron a restringir la actividad pública en marzo. Como resultado de la pandemia, la economía se reducirá alrededor de 8 billones de dólares en los próximos 10 años, según lo publicado por la Oficina de Presupuesto del Congreso en un informe esta semana.
Trump se reunió con los asesores económicos de la Casa Blanca, Larry Kudlow y Kevin Hassett, el miércoles por la noche sobre la próxima ronda de estímulo pandémico, según una persona familiarizada con la reunión.
Portavoces de la Casa Blanca y la oficina de McConnell se negaron a comentar al respecto.
Además de la infraestructura, Trump y otros asesores principales han presentado numerosas disposiciones para el próximo proyecto de ley de estímulo. Estos incluyen cambios en los apoyos por desempleo; un crédito tributario de regreso al trabajo para las personas que regresan a sus empleos; una reducción de impuestos sobre la nómina; y deducciones fiscales para las empresas por los gastos de restaurante y entretenimiento de los trabajadores.
A medida que las reaperturas comerciales han avanzado en todo el país, los estadounidenses han seguido solicitando apoyos por desempleo, aunque esas solicitudes se han ralentizado, según los datos del Departamento de Trabajo publicados este jueves.
El mes pasado, la Cámara aprobó una medida de alivio de 3.5 billones de dólares con casi 1 billón en ayuda para los estados y gobiernos locales que enfrentan déficit de ingresos. Ese proyecto de ley también proporcionaría una nueva ronda de pagos de estímulo directo a las personas junto con dinero para pruebas y rastreo de contactos.