En los diez últimos años, una hierba poco conocida 200 veces más dulce que el azúcar se ha convertido en un mercado mundial de 4 mil millones de dólares, que está presente en todo, desde las gaseosas de Coca-Cola hasta el kétchup de Heinz. No es un mal comienzo para un producto que, todavía para el paladar de muchos, tiene un sabor amargo.
La planta de estevia, que puede procesarse como edulcorante de cero calorías, se ha impuesto como una alternativa al azúcar. El consumo se triplicó desde 2011 hasta 2016, según datos de la firma investigadora Euromonitor International. Si bien constituye una pequeña parte de las ventas de edulcorantes, compañías como Cargill y ED&F Man Holdings están invirtiendo más.
"Es un mercado que tiene un enorme potencial de crecimiento", dijo Jonathan Hugh, responsable de la división agroindustrial en el operador de materias primas con sede en Londres ED&F Man, que tiene una participación en el endulzante Unavoo a base de estevia. "Vemos muchas oportunidades de inversión".
ENDULZANTE IDEAL
La industria alimentaria ha buscado un sustituto del azúcar de bajas calorías que no altere el sabor de marcas emblemáticas, especialmente ante una epidemia global de obesidad y tasas de diabetes en alza. A lo largo de los años, esto generó endulzantes artificiales como el aspartamo, la sucralosa y el xilitol.
No obstante, muchos consumidores señalan los efectos secundarios desagradables de esos productos o temen ingerir aditivos químicos. La estevia, comercializada en general como un endulzante natural dado que se deriva de extractos vegetales, casi no tiene calorías y un índice glucémico cero, lo cual significa que puede ser consumida por diabéticos.
El endulzante se cultiva en Sudamérica desde hace siglos.