PARÍS.- Francia, como la mayoría de los países europeos, está a punto de dejar obsoleto el verter la basura en rellenos sanitarios.
El 50 por ciento de la energía que se ocupa en Francia proviene de la termovalorización, un proceso mediante el que, vía incineración, se transforman desechos -principalmente aquellos que no logran ser reciclados- en energía eléctrica y calefacción para las viviendas.
El 35 por ciento de la basura que se genera en ese país tiene como destino una de estas plantas. En otros países del Viejo Continente, la tendencia es similar. Por ejemplo, Suiza ha logrado mandar cero toneladas a rellenos sanitarios, termovalorizar el 46 por ciento de la basura y reciclar el resto, según información de la Confederación Europea de Plantas de Termovalorización.
En contraste, en México más del 80 por ciento de la basura tiene como destino un relleno sanitario y aún no se adopta esta práctica basada en la combustión.
La termovalorización como tecnología se pondría en práctica en México en 2022, cuando se tenía previsto concluyera la construcción de una planta licitada durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, pero que se mantiene hasta ahora con un futuro incierto, después de que la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, anunciara la posible cancelación de la obra y en octubre del año pasado un tribunal suspendiera el contrato adjudicado a un consorcio encabezado por la francesa Veolia.
En Francia operan al menos 100 de estas plantas, una de ellas, ubicada al norte de París, es similar a la que posiblemente opere en México.
La forma en que funciona es sencillo: las camionetas que transportan la basura llegan a la planta y su contenido es vertido en un contenedor, tras ser mezclada por una garra que soporta hasta cuatro toneladas, la basura es sometida en una parrilla a una temperatura de mil grados centígrados.
El calor resultante de la combustión forma vapor de alta presión y temperatura que alimentará una turbina para generar electricidad.
En la planta de Sant Ouen se combustionan a diario cerca de 440 toneladas de basura, suficientes para dar electricidad y calefacción a 10 mil viviendas de la capital francesa.
La planta en México -y que sería la primera en Latinoamérica- podría ubicarse en Texcoco, cerca de El Bordo Poniente, el tiradero a cielo abierto que se declaró lleno en 2011.
La termovalorizadora de la Ciudad de México multiplicaría por 10 la capacidad de esta sede de Veolia, al transformar diariamente 4 millones 500 mil toneladas de desechos orgánicos e inorgánicos. La capital del país genera 13 mil millones de basura al día, es decir, esta planta transformaría sólo una tercera parte.
Según el plan acordado en 2017, ésta generaría energía para las 12 Líneas del Metro o para 120 mil casas.
Éste último fue uno de los puntos que más generó polémica hace ya casi dos años. En el contrato por prestación de servicios, México se comprometió a pagar 2 mil 300 millones de pesos más IVA anuales durante 30 años a cambio del funcionamiento de la planta y de la energía que ésta generaría. La empresa defiende el monto que para algunos resulta excesivo.