El Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), dirigido por el exsecretario de Hacienda mexicano Agustín Carstens, se pronunció este domingo por llevar liquidez desde los bancos centrales del mundo a los individuos y empresas que más lo necesitan en estos momentos.
Para hacer llegar esa liquidez se requiere ir más allá del manual de la crisis financiera de 2008, señaló Carstens, gerente general de la institución, en un artículo publicado por el Financial Times.
El primer paso es llenar el hueco dejado por las finanzas basadas en el mercado, con el congelamiento de recompras de acciones y dividendos a nivel mundial.
Luego, debe de haber préstamos bancarios garantizados por los gobiernos para las pequeñas y medianas firmas, por el equivalente a los impuestos pagados el año anterior.
Esos préstamos podrían ser titulizados y refinanciados por los bancos centrales, añadió.
Para que estas acciones de llevar liquidez funcionen, deben de ser globales, construidas con líneas de intercambios en dólares a fin de evitar el colapso de las líneas de suministro, señaló por último.
Los bancos centrales de todo el mundo están reduciendo las tasas de interés, interviniendo en los mercados, comprando activos corporativos o ayudando a los bancos a mantener los préstamos a las empresas.
Bloomberg Economics pronostica una recesión mundial en el primer semestre de 2020 y señala que "en algunas partes importantes del mundo la contracción ya ha comenzado".
Se prevé que la economía mundial se reduzca un 1.8 por ciento interanual en el primer semestre de 2020, en comparación con un crecimiento de aproximadamente el 3 por ciento en 2019.
El Fondo Monetario Internacional ha contado solo cuatro recesiones mundiales que se remontan a 1960, en comparación con las 11 contabilizadas por NBER en EU desde la Segunda Guerra Mundial.
Con información de Bloomberg