Los organismos reguladores autónomos deben permanecer en el sector energético porque dan certidumbre jurídica a la inversión privada, coincidieron excomisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
"Con dejar que las cosas funcionen es suficiente para causar certidumbre. Algo indispensable para la economía es la inversión. No hay ningún presupuesto que pueda hacerle frente a las necesidades de un país en materia energética", destacó Monserrat Ramiro, ex comisionada de la CRE y consejera independiente.
En un panel del Encuentro Internacional de Energía, la analista sostuvo que desaparecer a los órganos autónomos, infringe acuerdos internacionales, lo que genera incertidumbre a los inversionistas.
"Los reguladores dan certeza de que las reglas se aplican de forma pareja en todos los sentidos; los reguladores tienen el objetivo de ver a largo plazo para privilegiar a los consumidores", comentó.
Mencionó que la función de las instituciones reguladoras es otorgar a la sociedad niveles de bienestar mayores a los actuales.
La semana pasada, el gobierno dio a conocer que prepara una iniciativa para desaparecer a los órganos autónomos y que sus funciones sean tomadas por las secretarías de Estado.
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) es el órgano autónomo del sector energético que estaría en riesgo de desaparecer.
Ramiro expuso que al buscar la desaparición de la CRE, el gobierno muestra una visión de corto plazo, con lo cual desprotege a los consumidores.
"Vemos un afán de poder que impide ver a largo plazo. Es preocupante. Cuando centralizan decisiones en las políticas públicas tienen visión de corto plazo, y con ello desprotegen a los consumidores", destacó.
Reiteró que los órganos reguladores están al servicio de la gente y que tienen espacio de mejora.
En el mismo panel, Israel Hurtado, presidente de la Academia Mexicana de Derecho Energético y ex comisionado de la CRE, mencionó que al desaparecer a los órganos autónomos se mandaría un mensaje terrible al mundo y se afectaría a las inversiones.
"Creo que eliminar o absorber es una posición que nos va a retroceder décadas respecto a países avanzados, quienes ven una serie de aspectos y temas complejos con órganos reguladores más fuertes. Más bien deberíamos de voltear hacia allá", sugirió.
"México ahora más que nunca requiere inversiones y dar certidumbre jurídica a otros países. Los órganos han evolucionado y especializado, es lamentable que se piense en eliminarlos. No deben de destruir a los organismos porque no están de acuerdo con un par de cosas, deberían cambiar algunas en las que no están de acuerdo, pero no acabar con una gran reserva de talento", afirmó.
Por su parte, Gonzalo Monroy, socio director de GMEC, destacó que los órganos reguladores están sirviendo al interés político, y que por ende, se convierten en un obstáculo en una visión de gobernado-gobernante.
"Vamos a tener que hacer una refundación de los órganos reguladores, especialmente de la CRE porque nos dimos cuenta de que las instituciones no son tan sólidas como lo imaginábamos, ese constructo social que era, pues ahora ya no lo tenemos", expresó.