Después de más de 41 años de incógnita, acaba de resolverse uno de los grandes misterios del mercado de bonos del Tesoro estadounidense.
El Departamento del Tesoro publicó el lunes un desglose de las inversiones de Arabia Saudita en deuda estadounidense, con lo que puso fin a una larga política de secretismo alrededor de las cifras.
Las inversiones en deuda del mayor exportador de crudo del mundo eran de 116 mil 800 millones de dólares a finales de marzo, frente a 82 mil 700 millones de dólares dos años antes, según datos difundidos en respuesta a una petición de Bloomberg News basada en la Ley sobre la Libertad de la Información.
La cifra sitúa al reino entre los doce países con más inversiones en deuda del Tesoro estadounidense, entre los que también se encuentran China, con una inversión de 1.2 billones de dólares, y Japón, con 1.1 billones de dólares.
Estados Unidos había mantenido ocultas las inversiones de la monarquía saudí desde 1974, un bloqueo de información inusual que se inició tras el embargo de crudo árabe, cuando una subida de los precios del petróleo hizo tambalear la economía estadounidense y dificultó las inversiones en petrodólares.
Recientemente el misterio de las posiciones saudíes había cobrado aún más relevancia ante la presión fiscal a la que se enfrenta el país árabe por la caída de los precios del petróleo desde 2014 y el alto coste de los conflictos bélicos en Oriente Medio.
INFORMACIÓN MUY VALIOSA
"Es una información muy valiosa", dijo John Herrmann, director de estrategia de tipos de Estados Unidos en Mitsubishi UFJ Securities USA en Nueva York.
"Parece que se trataba de un pacto entre caballeros, porque son aliados. Si ocultan las inversiones, los mantienen como aliados. Es importante saber cuánto tienen los saudíes y controlarlo de la misma forma que vigilamos otras cuentas", añadió Herrmann.
En los últimos doce meses, Arabia Saudita ha utilizado un 16 por ciento de las reservas de capital para poder cubrir su mayor déficit presupuestario de los últimos 25 años, según datos del banco central del país.
Estos indicios de crisis están suscitando temor por la posible influencia de Arabia Saudí en el mercado de bonos más grande e importante del mundo.
No obstante, los datos difundidos el lunes podrían plantear más interrogantes que respuestas, ya que el desglose solo representa un 20 por ciento de las reservas internacionales de 587 mil millones de dólares de Arabia Saudita.
Los bancos centrales generalmente asignan dos terceras partes de sus reservas a posiciones en dólares, según datos del Fondo Monetario Internacional.
SECRETISMO DE CUENTAS
Algunos países acumulan títulos del Tesoro estadounidense en centros financieros fuera de Estados Unidos, lo que quiere decir que estas participaciones estarían incluidas en los datos de otros países.
Por ejemplo, Bélgica, que en febrero contaba con inversiones en deuda del Gobierno estadounidense de 143 mil millones de dólares, acoge cuentas de custodia chinas, según los analistas.
"Siempre han mantenido una política de secretismo, como con sus finanzas", dijo David Ottaway, miembro especializado en Oriente Medio de Woodrow Wilson International Center, un centro de investigación con sede en Washington.
La cifra de títulos del Tesoro de Arabia Saudita "sorprende por no ser muy alta", dicer Ottaway.
Desde que Estados Unidos comenzó a divulgar datos sobre inversiones internacionales en títulos del Tesoro en 1974, la política del Tesoro había sido la de agrupar las inversiones de Arabia Saudita con las de otros 14 países, principalmente de la OPEP, entre ellos Kuwait, Nigeria y Emiratos Árabes Unidos, según informó Bloomberg en enero.
El grupo tenía una inversión total de 281 mil millones de dólares a finales de febrero, frente a un récord de 298 mil 400 millones de dólares en julio pasado.
"Recientemente llevamos a cabo un exhaustivo análisis legal y de datos para determinar si podíamos divulgar información de una forma más transparente y completa", dijo por correo electrónico Whitney Smith, portavoz del Tesoro estadounidense.
"Llegamos a la conclusión de que divulgar información de una forma desglosada es coherente con la ley y con la transparencia", señaló Smith.
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