Los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) sumaron 1.7 billones de dólares en 2015, el nivel más alto desde la crisis económica y financiera de 2008-2009.
Este monto representó un crecimiento anual de 36.5 por ciento, y fue impulsado principalmente por los flujos de inversión hacia las economías avanzadas, que repuntaron 89.98 por ciento, mientras que hacia los países emergentes el avance fue de 5.3 por ciento, según cálculos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
El organismo estima que la inversión hacia México creció 14 por ciento, a 29 mil millones de dólares, que se debe especialmente a las fusiones y adquisiciones que se registraron durante el año, donde destacan las operaciones de Iusacell y Vitro.
Destaca este crecimiento, considerando que la captación de inversiones en América Latina se contrajo 11.2 por ciento, con un descenso de 23 por ciento en Brasil, 38 por ciento en Chile y 15 por ciento en Colombia.
Estados Unidos fue el principal receptor de IED en 2015, con 384 mil millones de dólares. Le siguió Hong Kong, con 163 mil millones; China, con 136 mil millones, y después figuran Holanda y Reino Unido, con 90 mil y 68 mil millones.