El Fondo Monetario Internacional (FMI) está preparado para movilizar su capacidad de préstamos de 1 billón de dólares para ayudar a los gobiernos a hacer frente al impacto del coronavirus. Asimismo, la directora gerente, Kristalina Georgieva, ha hecho un llamamiento para una coordinación mundial en apoyo monetario, fiscal y regulatorio.
Georgieva reiteró en una publicación de blog este lunes que el fondo tiene 50 mil millones de dólares en capital de emergencia, flexible y de rápido desembolso, para los países en desarrollo, y hasta 10 mil millones de dólares disponibles a tasas de interés cero.
El fondo ya tiene 40 acuerdos de préstamos en curso con un compromiso total de 200 mil millones de dólares que pueden proporcionar financiamiento para crisis rápidamente, dijo. Hay alrededor de 20 países más interesados en el apoyo, manifestó Georgieva.
El fondo también tiene alrededor de 400 millones de dólares en su Fondo de Contención y Alivio de Catástrofes para asistir a los países pobres con el alivio de la deuda. Gracias a las donaciones, como los 195 millones de dólares recientemente del Reino Unido, el FMI espera aumentar la cifra a mil millones de dólares, dijo.
"A medida que el virus se propaga, el argumento para un estímulo fiscal mundial coordinado y sincronizado se refuerza con el paso de las horas", dijo Georgieva. "Durante la crisis financiera mundial, por ejemplo, el estímulo fiscal del G-20 ascendió a alrededor del 2 por ciento del PIB, o más de 900 mil millones de dólares en dinero de hoy, solo en 2009. Hay mucho más trabajo por hacer".
Georgieva agregó que el FMI "está listo para movilizar su capacidad de préstamo de 1 billón de dólares para ayudar a nuestros miembros". Elogió las líneas de swaps anunciadas por los bancos centrales el domingo y dijo que en el futuro puede haber una necesidad de líneas de swaps para economías de mercados emergentes.
Los comentarios se producen después de que Georgieva dijera a principios de este mes que el pronóstico económico mundial ha cambiado a "escenarios más pesimistas" y que resulta difícil predecir el impacto económico del virus.
Entretanto, el fondo pidió a todo el personal de su sede en Washington que trabajara desde casa después de que un empleado fuera diagnosticado con el virus.