Mientras el presidente de Estados Unidos Barack Obama y más de 100 líderes mundiales participarán en una reunión dedicada al cambio climático, las acciones más tangibles contra el calentamiento global podrían provenir de inversionistas y empresas,
El Rockefeller Brothers Fund, una organización filantrópica que cuenta con 860 millones de dólares y fue fundada por la familia Rockefeller, herederos de la fortuna de Standard Oil Col., anunció hoy que se une a otros grupos que abandonan inversiones en carbón y arenas bituminosas, también conocidas como de alquitrán.
Mars Inc. y otras 11 compañías develaron planes para eliminar el uso de combustibles fósiles en el futuro. Y Statoil ASA y otras cinco compañías de gas y petróleo lanzarían compromisos para frenar las fugas de metano.
"El liderazgo de estas compañías ha sido destacable y bienvenido", señaló Carter Roberts, el presidente del World Wildlife Fund, en Washington, en una entrevista. "Verán un torbellino de compromisos".
La Reunión sobre el Clima de las Naciones Unidas se realizará todo el día de mañana en la sede de la organización en Nueva York, justo antes de la Asamblea General.
Luego que los 125 líderes hablen, cada uno durante 4 minutos, compromisos específicos de diversas compañías serán discutidos en una sesión por la tarde.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, recibirá a ejecutivos de compañías como Air France-KLM, Siemens, Royal Dutch Shell y McDonald's, así como a la autora Naomi Klein y al exvicepresidente de EU, Al Gore.
AMPLIO IMPACTO
Las compañías que no estpan participando también sentirán los efectos. El Rockefeller Brothers Fund es una de 180 instituciones y gobiernos locales y 654 individuos que se han comprometido a recortar inversiones en 200 productores de carbón, petróleo y gas.
El total de fondos desinvertidos es de 50 mil millones de dólares, pues los compromisos para vender se han duplicado en lo que va del año, según Arabella Advisors, que trabaja con grupos filantrópicos en sus decisiones de inversiones.
Con la decisión de la fundación Rockefeller, el esfuerzo logrará un impulso simbólico.
"No es una palanca económica enorme, pero sí comienza a enviar las señales financieras y da visibilidad al tema", consideró Stephen Heints, presidente de un fondo separado de la fundación Rockefeller, "Es como una bola de nieve y se volverá cada vez más grande conforme avanza".