La reforma energética generó regulación excesiva para las empresas especializadas en gas licuado, por lo que se requiere flexibilizarla y evitar sobrecostos, dijo este martes Carlos Serrano, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas).
"Algo importante es lograr en nuestras autoridades una regulación que sea efectiva. Que no sea ni de más ni de menos, porque si una regulación se queda corta, genera vacíos que pueden ocasionar problemas de seguridad, de servicio y distribución", mencionó.
"Si una regulación es excesiva, genera problemas de burocracia, de sobrecostos excesivos en los consumidores", agregó.
Planteó que a partir de la reforma energética, los órganos reguladores se excedieron en generar regulación.
"Nos metieron en una licuadora con toda la industria de aguas arriba de grandes empresas de exploración, de refinación, que no tiene nada que ver con la distribución de gas LP y nos ofrecieron una regulación que creció cuatro o cinco veces el costo de lo que originalmente era", criticó.
"Es un tema que tenemos que entrarle de manera respetuosa y constructiva. Lo que buscamos es mejorar y ser una industria más moderno y adecuada a las necesidades que existen", manifestó Serrano.
Por otro lado, Susana Cazorla, socia fundadora de la consultora Sicenrgy, dijo en una consulta que los costos en los que incurren los distribuidores afectan al usuario final.
"Todos estos costos en los que están incurriendo los distribuidores al ser afectados discrecionalmente por el regulador, se transfieren directamente al consumidor", mencionó.
"Si no te atienden, si tienen detenido tu vehículo, si no te dan tu permiso, todo eso se traslada al consumidor a través de precios", agregó.
Destacó que incluso si hay nuevos participantes que busquen entrar al negocio energético, pero no le quieren comprar a Pemex y no obtienen el permiso, el consumidor no puede tener acceso a nuevas empresas que estén dispuestas a entrar al mercado con menores precios.
"Entonces el consumidor se queda sin poder tener un mayor número de opciones para elegir el que más convenga en precio y calidad, y eso nos lo estamos perdiendo", manifestó.
Cazorla dijo que hay reglas claras para el sector pero no se aplican.
"No hay comunicación de parte del regulador con la industria, no se cumplen los tiempos. Aunque cumplas como permisionario obligado no te están dando los permisos, no hay nada que se les esté devolviendo de lo que les está costando cumplir con la regulación", resaltó la analista.
Destacó que el problema es que antes te daban citas de trabajo para buscar mejores equilibrios regulatorios que atendieran las dudas y los comentarios de los distribuidores de gas.
"Ahora la industria está buscando quién conoce a alguien dentro para que le haga el favorcito de obtener un permiso, o de liberar ciertas penas", agregó.
"Creo que con la reforma energética iba por buen camino, por la institucionalización entre el regulador y la industria, y ahora es todo lo contario y se está perdiendo la aplicación de la regulación y eso es gravísimo para todos", concluyó Cazorla.
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