El gasto de los consumidores en Estados Unidos registró en septiembre el mayor aumento desde agosto de 2009 ante el incremento de las compras de vehículos motorizados luego de dos huracanes, muestran las cifras que publicó este lunes el Departamento de Comercio.
El estancamiento de los ingresos ajustados a la inflación y la menor tasa de ahorro en casi una década indican que el gasto se podría enfriar.
Las compras crecieron uno por ciento frente al mes anterior (aumento estimado 0.9 por ciento) tras expandirse 0.1 por ciento. Los ingresos aumentaron 0.4 por ciento (crecimiento estimado 0.4 por ciento) tras expandirse 0.2 por ciento.
El indicador de precios vinculado al consumo aumentó 0.4 por ciento con respecto al mes anterior (coincide con la estimación); subió un 1.6 por ciento respecto de un año antes Excluyendo alimentos y energía, los precios subieron 0.1 por ciento (coincide con estimación); la llamada inflación subyacente fue 1.3 por ciento frente a un año antes.
La tasa de ahorro cayó a 3.1 por ciento en septiembre, el nivel más bajo desde diciembre de 2007, frente al 3.6 por ciento.
PUNTOS CLAVE
El aumento en los gastos de septiembre fue impulsado por las compras de bienes duraderos, incluido el reemplazo de vehículos motorizados perdidos en las recientes inundaciones causadas por los huracanes.
Eso significa que el último aumento probablemente exagera la fuerza del gasto del consumidor.
La última vez que aumentó tanto el gasto fue a mediados de 2009, cuando las compras de automóviles se vieron impulsadas por un programa de incentivos del gobierno federal llamado "dinero por chatarra".
Mientras tanto, el ingreso real disponible se mantuvo sin cambios luego de disminuir 0.1 por ciento en agosto. Mientras los consumidores están obteniendo apoyo de un estable nivel de contrataciones, mayores valores de las viviendas, ganancias en el mercado bursátil y una inflación aún baja, un aumento sostenido en los salarios ayudaría a impulsar aún más las compras.
Un informe del Gobierno del viernes mostró que el gasto de los hogares aumentó a una tasa anualizada de 2.4 por ciento en el tercer trimestre, luego de crecer a un ritmo del 3.3 por ciento durante los tres meses previos.
Las cifras de precios mostraron que la inflación experimentó un lento avance hacia la meta del 2 por ciento de la Reserva Federal. El indicador de inflación preferido del banco central no ha cumplido con el objetivo de la Reserva Federal durante la mayor parte de los últimos cinco años.
MÁS DETALLES
Los sueldos y salarios aumentaron 0.4 por ciento, tras crecer 0.1 por ciento. Ajustadas la por inflación, las compras aumentaron 0.6 por ciento, el mayor crecimiento desde marzo, después de caer 0.1 por ciento.
El gasto en bienes duraderos ajustado a la inflación aumentó 3.5 por ciento después de registrar un descenso del 1.4 por ciento en agosto.
Los gastos en servicios aumentaron 0.3 por ciento, mientras que los gastos en bienes no duraderos también crecieron 0.3 por ciento.
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