El 75 por ciento del presupuesto aprobado para 2016 fue destinado a gastos obligados, lo que limitó la revisión de éste bajo una perspectiva base cero, como lo planteó el Ejecutivo a inicio de año.
Estos gastos se concentraron en gasto social, servicios médicos, apoyos al campo, a madres solteras y pensiones, explicó Ernesto O'Farril, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
Este porcentaje puede llegar a 80 y hasta 85 por ciento de no realizar análisis y revisiones a fondo en el presupuesto y disposiciones para incrementar los ingresos, advirtió.
Si bien ya se han realizado cambios en los sistemas de pensiones del IMSS, ISSSTE, PEMEX y CFE, faltan sectores con regímenes inviables: el de las universidades públicas, de las fuerzas armadas, además de los trabajadores de los estados y municipios, refirió.
Las reservas del IMSS son insuficientes para el sector privado, tampoco hay incentivos para el ahorro complementario y las aportaciones para el sistema de pensiones no son deducibles al 100 por ciento, comentó.
Consideró que los recortes al gasto de inversión y al gasto corriente en menor proporción, implican una política fiscal restrictiva.
Contemplando la falta de recursos petroleros y los gastos ineludibles, Leticia Hervert, presidenta del IMCP consideró que se deben analizar las contribuciones derivadas del ISR a través de su disminución a menos de 28 por ciento para impulsar las inversiones y generar empleos, así como homologar los impuestos al consumo.