Uno de los principales formuladores de política monetaria de México está pidiendo un estímulo mayor, algo contrario a lo que ha mostrado hasta ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Gerardo Esquivel, un académico que fue elegido por primera vez por López Obrador como subsecretario de Hacienda para el gasto y luego fue nominado por el presidente para la junta del Banco de México (Banxico), asegura que las medidas económicas anunciadas hasta ahora van en la dirección correcta, pero no serán suficientes para lidiar con las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
El subgobernador apuntó en su análisis que México enfrenta una triple crisis: sanitaria, económica y petrolera. Si bien se centra en la atención de la segunda, hay referencias a las otras dos pues es inevitable, según explicó.
Explicó que la economía mexicana se verá afectada por múltiples canales, como en los flujos de turismo nacionales e internacionales por las restricciones debido al aislamiento social y, puntualiza, lo mismo ocurrirá con las remesas que se reciben del exterior, así como el impacto de los precios del petróleo.
Asimismo, destacó que habrá dos grandes grupos afectados debido a la crisis: los trabajadores y las micro, pequeñas y medianas empresas. Advirtió que la pérdida de empleos será enorme y que, aunque se considera que esta será transitoria, debe asegurarse que así sea.
El paquete de ayuda de México es, con mucho, el más pequeño entre las principales economías de la región, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de las previsiones de que el país será uno de los más afectados. López Obrador asumió el poder en diciembre de 2018, prometiendo no aumentar la deuda del país, y ha rechazado emitir más bonos para financiar la respuesta al coronavirus del país.
Un cuadro publicado por el director del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, muestra que el paquete de recursos disponibles anunciado por México es equivalente a menos de uno por ciento del PIB. Esto se compara con compromisos de gasto de aproximadamente 12 por ciento del PIB en Perú y más de 10 por ciento en Brasil.
El presidente de México ha dicho que las políticas anticíclicas promueven la corrupción y es hostil a los rescates. Ha atacado reiteradamente el rescate bancario de México en la década de 1990 como un asalto a los fondos públicos a favor de los ricos. Este viernes, dijo que las grandes compañías no merecían exenciones fiscales después de décadas de evasión.
En un artículo publicado en Twitter el jueves por la noche, Esquivel pide una segunda ola de medidas de estímulo que podrían costar alrededor del 1 por ciento del PIB, a fin de proporcionar pagos de desempleo a los trabajadores formales e informales y apoyar a las pequeñas empresas con medidas como aplazamientos de pagos de seguridad social.
Esquivel realizó una serie de propuestas desde el ámbito fiscal, y subrayó que estas son opiniones propias y no están relacionadas con Banxico.
Estos son los cinco planteamientos de Esquivel
1. Seguro de desempleo inmediato. Este sería para todos los trabajadores formales que perdieron su empleo desde marzo, y consistiría en el pago de 60 por ciento del salario obtenido en el último empleo de la persona, con un tope de hasta 3 salarios mínimos netos. Además, este pago podría otorgarse por tres meses.
2. Un programa de protección de ingresos. Este sería destinado a trabajadores formales que no fueron despedidos, pero que aceptaeon una reducción salarial transitoria de común acuerdo con su empleador. El programa cubriría la diferencia que haya entre el salario acordado y el 75 por ciento del salario anterior, con un tope de cuatro salarios mínimos.
3. Para las micro, pequeñas y medianas empresas que no despidan o reduzcan el salario de sus trabajadores. "Se les podría otorgar un diferimento en el pago de sus contribuciones a la seguridad social hasta por 4 meses", indica Esquivel. Las empresas que despidan trabajadores o que reduzcan salarios no serán elegibles.
4. Para las pequeñas y medianas empresas de sectores muy afectados por la contingencia, debería diseñarse un programa especial de apoyo para el pago de rentas u otros gastos fijos.
5. En cuanto a los trabajadores informales que pierdan el empleo o su fuente de ingresos por la contingencia, para ellos debería haber la posibilidad de que puedan optar or acceder a uno de los créditos anunciados anteriormente por el Gobierno, o que se incorporaran a un programa emergente con un salario mínimo por tres meses.
De acuerdo con Esquivel, estas medidas, sumadas al programa de créditos anunciado antes por la administración, cubrirían a este sector. "Una estimación simple de los costos de estas medidas adicionales sugiere que podrían fluctuar entre 0.8 por ciento y 1.2 por ciento del PIB".
Planteó que este costo es asequible para el país, pues no aumentaría significativamente la deuda y no sería una carga insostenile para el futuro. Además, "no sería un rescate de empresas inviables ni se trataría de un despilfarro de recursos públicos", argumentó.
Hasta ahora, la respuesta económica de López Obrador ha consistido en acelerar los pagos en virtud de sus programas de ayuda monetaria existentes a los pobres y ofrecer 3 millones de préstamos a pequeñas empresas. Este viernes, comentó que el Gobierno creará empleos a través del gasto en infraestructura, incluido el trabajo inicial para el proyecto del Tren Maya.
Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de México el miércoles, en una advertencia de que una "recesión severa" aumentará la carga de la deuda del país.
Con información de Bloomberg