Pese a que en los últimos días la depreciación de la moneda ha llegado a niveles históricos -el lunes, por ejemplo, la cotización al menudeo cerró a 14.28 pesos por dólar, mientras que el interbancario terminó en 13.98 pesos por dólar, el precio más elevado desde junio de 2012 -, México sigue como una de las monedas emergentes que menos se ha devaluado contra el dólar.
El precio de la mezcla mexicana sigue cotizándose por debajo de los 70 dólares por barril, una cuestión que de acuerdo con especialistas llevaría a que las licitaciones de yacimientos de la Ronda Uno perderían su atractivo para los inversionistas.
Por ejemplo, el lunes, el precio de la mezcla cerró en 62.26 dólares, su mínimo desde 2010, y hoy el descalabró continuó para cerrar en 61.07 por ciento.
Sin embargo, la caída del precio del petróleo mexicano no es ajena a lo que ocurre a nivel internacional. Este descenso se explica, en parte, por el efecto que se está dando en los mercados ante el hecho de que la fuente de la liquidez proviene ahora de monedas distintas al dólar y por la sobreoferta de producción global que se estima en más de dos millones de barriles diarios.
La semana pasada, las reservas internacionales alcanzaron un monto histórico de 192 mil 966 millones de dólares, debido principalmente, señaló Banxico, a la venta de dólares de Pemex al Banco de México y por un aumento de 104 millones de dólares, resultado del cambio en la valuación de sus activos internacionales.
Al 28 de noviembre, las reservas internacionales ascendieron a 192 mil 718 millones de dólares, una reducción de 248 millones de dólares respecto a la semana pasada, informó el Banco de México. Al viernes pasado, las reservas registraron un crecimiento acumulado de 16 mil 197 millones de dólares, comparado con el cierre de 2013, cuando se ubicaron en 175 mil 522 millones de dólares.
Hacienda ha modificado a lo largo del año su estimación de crecimiento de la economía mexicana. El pasado 21 de noviembre, anunció que recortó su pronóstico de crecimiento de 2.7 por ciento, estimado en agosto, a un rango de entre 2.1 y 2.6 por ciento. En tanto que la estimación para 2015 quedó en un rango de 3.2 a 4.2 por ciento.
Asimismo, Banxico pronóstico un crecimiento de entre 2 por ciento y 2.5 por ciento, de la proyección anterior de 2 por ciento y 2.8 por ciento.
De acuerdo con los datos más recientes brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los precios al consumidor acumularon nueve quincenas por arriba del rango objetivo impuesto por el Banco de México (Banxico), de entre 2 y 4 por ciento para llegar a 4.16 por ciento en los primeros quince días de noviembre.
Lo que representó la racha más larga arriba de 4 por ciento desde 2012.