ATENAS/BRUSELAS.- Grecia intensificaba este martes los esfuerzos diplomáticos con sus socios de la zona euro para evitar una crisis de liquidez que podría resultar catastrófica este mes, cuando debe realizar un pago al FMI, mientras se agotan sus reservas de efectivo.
Los ministros griegos viajaban a Fráncfort, Bruselas y París para pedir un alivio de la presión financiera sobre Atenas, luego de que el primer ministro, Alexis Tsipras, habló por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel.
"Discutieron el curso de las negociaciones en Bruselas e intercambiaron sus visiones sobre los temas del acuerdo de Grecia con sus prestamistas", dijo el martes un funcionario del Gobierno griego, sin dar detalles.
Se mantenían negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, con la Comisión Europea y con el Banco Central Europeo sobre un acuerdo de liquidez por reformas, pero no se veían indicios de un avance en los temas que provocan las mayores discrepancias: jubilaciones, reforma laboral y sueldo mínimo.
El comisario de Asuntos Económicos de la UE, Pierre Moscovici, dijo que lo que se busca es que los ministros de Finanzas de la zona euro puedan registrar oficialmente un "progreso fuerte" en las negociaciones cuando se reúnan el lunes próximo, pero no sugirió que fuera posible un acuerdo para esa fecha.
La incertidumbre política llevó a la Comisión a recortar su pronóstico para el crecimiento económico de Grecia a un 0,5 por ciento desde un 2,5 por ciento hace apenas tres meses.
"El hecho de que las negociaciones sigan en curso sin haberse cerrado tras más de tres meses y medio, todo eso tiene un impacto en las expectativas para el crecimiento y las finanzas públicas de Grecia", dijo Moscovici en una rueda de prensa.