El 70 por ciento de las 12 mil 500 gasolineras que operan en el país corren el riesgo de ser cerradas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), lo cual generaría desabasto de combustible, informó Alicia Zazueta, directora general de eServices e integrante del consejo directivo de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (Ampes).
Esto se debe a que unas 8 mil 890 gasolineras incumplen con la Norma Oficial Mexicana NOM-005-SCFI-2017, que tras varias prórrogas entró en vigor en 2018 y que fue prorrogada al 8 de octubre del 2020.
"Si las gasolineras tuvieran ahora una inspección para verificar la norma, Profeco inmediatamente va a inhabilitar los dispensarios (a través de la colocación de sellos), va a cerrarlos porque están en incumplimiento", señaló.
Para evitarlo, la Ampes solicitó una prórroga a la Secretaría de Economía, de tal forma que las gasolineras exhiban de aquí a diciembre próximo su factura y carta compromiso de que se encuentran en proceso de actualizar sus dispensarios. Sin embargo, la petición fue rechazada.
"Al día de hoy, Profeco ha cerrado cerca de 30 gasolineras por el incumplimiento a la norma. Hay varios motivos por los cuales los empresarios gasolineras no están listos. Por un lado, con la contingencia se detuvieron muchos pedidos en EU por el tema de importación y logística", comentó Zazueta.
Vicente Fernández, investigador del Tec de Monterrey, dijo que muchas empresas no han tenido recursos para invertir en los equipos nuevos y eso está provocando que incumplan.
"El cierre de gasolineras seguramente va a provocar desabasto. Las gasolineras van a estar cerradas y al haber desabasto implica que esa escasez afecte al público, que el usuario tenga que estar padeciendo al no encontrar una gasolinera en la que pueda surtirse y eso incida también en los precios", señaló.